La ideología liberal
Según José Antonio... y según Juan Manuel de Prada... Todos sabemos que José Antonio elaboró una teoría política enormemente sugestiva y retadora en muchos campos. A nosotros nos toca alumbrar posibles soluciones prácticas a los problemas actuales, a partir de la misma...
Publicado en el número 334 de la Gaceta FJA, de julio de 2020. Editado por la Fundación "José Antonio Primo de Rivera". Ver portada de la Gaceta FJA en La Razón de la Proa (LRP). Recibir el boletín semanal de LRP.
La ideología liberal según José Antonio... y según Juan Manuel de Prada
José Antonio tuvo muchas intuiciones políticas geniales, y eso lo comprobamos una y otra vez en nuestros días. Por ejemplo, en su definición del Estado liberal, y las anomalías que este presenta.
Un artículo de Juan Manuel de Prada en el suplemento XLSemanal de ABC, del 11 de noviembre de 2019, habla de la ideología liberal aplicada a la conformación y gestión del Estado ⎼y no sólo del Estado, sino de los individuos y colectividades que la practican⎼ en unos términos que José Antonio ya formuló, mutatis mutandi, en 1933.
En relación con el supuesto ‘derecho de autodeterminación’ de Cataluña, cuyo objetivo es la ‘libertad’ según dicen sus defensores, viene a decir de Prada que esa libertad no responde a las exigencias de una verdad ontológica, esencial e intrínseca al ser humano ⎼la ‘libertad del ser’ aristotélica⎼, porque se ha transformado, en la praxis liberal que se expresa en las democracias modernas, en la ‘libertad del querer’, en que la verdad ya no se concibe como un bien alcanzable a través del entendimiento y la razón, sino mediante el cómputo del número de votos que obtenga una propuesta.
Esto aboca a un proceso de autodeterminación eterno, recurrente, indefinido e indefinible; si una verdad no puede ser fijada nunca, al depender de la voluntad de cada cual y en cualquier momento, lo que hoy es negro mañana puede ser blanco, o al revé.
Este es un camino sin solución de continuidad que ha desembocado en las sociedades líquidas de nuestro tiempo, en las que el ser humano aparece como un barco a la deriva. O, mejor, como un náufrago. Proceso, éste, también, aplicable a cualquier relación humana, sea o no de carácter político, y sea cual sea el sujeto individual o grupal al que afecte.
Apostilla de Prada su reflexión con tres frases lapidarias, tres sentencias apodícticas:
- ‘El concepto de autodeterminación se halla inscrito en el ADN del liberalismo y de todas sus ideologías sucedáneas a izquierda y derecha’.
- ‘Destruido el orden ontológico, esta libertad que se determina a cada instante ha destruido toda forma de vida comunitaria auténtica’.
- ‘La sociedad liberal suplanta los vínculos naturales entre las personas por vínculos puramente contractualistas… dando lugar a una sórdida ‘disociedad’ de mera agregación de individuos que se soportan a duras penas en virtud de un ‘contrato social’ vigilado por leyes y otras medidas coercitivas’.
Releo a continuación el ‘discurso de la Comedia’ de José Antonio, del 29 de octubre de 1933:
- ‘Cuando… Rousseau publicó ‘El contrato social’… dejó de ser la verdad política una entidad permanente’.
- ‘Rousseau vino a decirnos que la justicia y la verdad no eran categorías permanentes de razón, sino que eran, en cada instante, decisiones de voluntad’.
- ‘El sufragio… tiene la virtud de decirnos en cada instante si Dios existe o no existe, si la verdad es la verdad o no es la verdad, si la Patria debe permanecer o si es mejor que… se suicide’.
- ‘Como el Estado liberal es un servidor de esa doctrina, vino a constituirse no ya en el ejecutor… resuelto de los destinos patrios, sino en el espectador de las luchas electorales’.
- ‘Los gobernantes liberales no creen siquiera en su misión propia, no creen que ellos mismos estén… cumpliendo un respetable deber, sino que todo el que piense se manera contraria y se proponga asaltar el Estado por las buenas o por las malas tiene igual derecho a decirlo y a intentarlo que los guardianes del Estado mismo a defenderlo’…
Sí, ya sé que todo esto que nos ocurre no es tan fácil de resolver ni de articular desde un punto de vista filosófico y doctrinal… Y, sobre todo, que reviste mucha más complicación el alumbrar una alternativa razonable y democrática al estado de cosas al que hemos llegado.
Pero ello no es otra cosa que un reto para estudiar, pensar, trabajar sin tregua y sin descanso. No es suficiente apuntar al mal: hay que saber cómo se le combate.
¡Ah!, y dos preguntas finales con retranca: ¿Era José Antonio un ‘depradista’ ‘avant la lettre’? ¿Es de Prada un joseantoniano de nuestros días?