Bajo al advocación de san Fernando
Pidamos a Dios, por intercesión de san Fernando, que los cambios que inevitablemente sucederán a esta crisis vayan orientados a la creación de una sociedad mejor, donde nuestro viejo lema de Patria, Pan y Justicia sustituya los actuales derroteros de negación de lo espiritual y de falta de condiciones de una vida digna para todo el pueblo español.
Publicado en el número 116 de 'Lucero', 2º T de 2020. Editado por la Hermandad del Frente de Juventudes - Doncel Barcelona. Ver portada de Lucero en La Razón de la Proa.
Bajo al advocación de san Fernando
Debido a la tremenda pandemia del coronavirus, las puertas físicas de nuestra Hermandad han debido permanecer cerradas; no así las puertas esenciales, las de la camaradería y de las de la reafirmación de nuestros valores y nuestras ideas, que, además, van teniendo difusión en toda España.
La prueba es que todos los asociados van recibiendo puntualmente artículos, trabajos y comunicaciones que nos informan y nos reafirman. La prueba es que nuestras publicaciones no han guardado confinamiento alguno: ahora tienes en tus manos el número de Lucero, fiel a su cita; se ha seguido difundiendo Trocha entre los veteranos de la OJE, y nuestra revista digital La Razón de la Proa no ha cesado de incorporar nuevas firmas de los más diversos lugares de España y se difunde por doquier con notable éxito.
Somos mucho más que una hermandad virtual, pues sigue latiendo en nosotros un alma viva, la que se forjó ya en nuestra juventud en los hogares, campamentos y diversas actividades del Frente de Juventudes. Se encendió entonces una llama de servicio y de lealtad que nadie ni nada –mucho menos, un virus– podrá apagar. Nuestras raíces están en el ayer jubiloso, pero estamos atentos al presente, por muy descorazonador que resulte, y trabajamos para un futuro mejor.
Cuando llegue a tus manos este Lucero, habremos acabado de celebrar la festividad de nuestro santo patrón, san Fernando. Este año, nuestras oraciones y nuestros brindis se habrán llevado a cabo en nuestros domicilios, pero no en soledad, porque seguro que unas y otros las hemos compartido todos. Más de uno, también con seguridad, habrá elevado hasta él la canción, que es oración y consigna de amor y de paz, como decía el himno en su honor.
Por desgracia, la gestión de España está en manos ineptas y alevosas; y no es simplemente porque tengamos un gobierno de izquierdas; tampoco la derecha hubiera gestionado mejor esta difícil situación, pues –no nos cansaremos de repetirlo– el verdadero problema reside en el Sistema.
Un sistema para el que los muertos son puras estadísticas, un sistema que, ocupado en sus tejemanejes políticos, llega tarde y mal ante cualquier situación crucial, un sistema que se fundamenta en el monetarismo y la especulación. Un sistema, en suma, alejado de la concepción española de la vida, del hombre y de la historia.
Pidamos a Dios, por intercesión de san Fernando, que los cambios que inevitablemente sucederán a esta crisis vayan orientados a la creación de una sociedad mejor, donde nuestro viejo lema de Patria, Pan y Justicia sustituya los actuales derroteros de negación de lo espiritual y de falta de condiciones de una vida digna para todo el pueblo español.
Desde esta portada de Lucero, ¡arriba los corazones y arriba España!