En el tablero está España
Los vicios de origen del texto constitucional servirán ahora para retorcer legislaciones y dejar el campo libre a quienes son claros enemigos de la integridad nacional.
En el tablero está España
Están ya en marcha las consultas del Rey con los líderes de los partidos políticos para encargar la formación del futuro gobierno.
- Al mismo tiempo, se van filtrando noticias de los contactos del presidente en funciones con aquellas formaciones que pueden, con su voto afirmativo o su abstención, facilitar la investidura; no hay ni que decir que el secretismo preside estos contactos, y que ya se han celebrado varias reuniones, que la prensa menciona como aún más secretas y misteriosas.
A nadie se le escapa que son, precisamente, los partidos separatistas los preferidos por Pedro Sánchez para la búsqueda de apoyos necesarios; ¿a cambio de qué?
- Tampoco a nadie se le escapan las exigencias, que, aunque puedan calificarse triunfalmente de mínimos, encierran unas intenciones máximas que afectan, de lleno, a la propia unidad de España y a su supervivencia como nación.
¿Cree el PSOE en España?
- En todo caso, como dijo hace poco Alfonso Guerra, es otro PSOE, aquel que, lejos de encarnar una posición, llamémosle moderada, para el bien común de todos los españoles, empalma con el del Frente Popular de febrero del 36, propicio a la ruptura de la convivencia insuflando odios del pasado lejano. No hace falta preguntarse si sus posibles apoyos para la investidura creen en España: la respuesta categórica es que no, dada su condición secesionista.
A todo esto, la derecha está preocupada por si se respetará la letra de la Constitución; no cabe duda de que ya se buscarán resquicios de leguleyos para demostrarlo de cara a la galería, pero lo que está en juego es algo mucho más profundo.
- Los vicios de origen del texto constitucional servirán ahora para retorcer legislaciones y dejar el campo libre a quienes son claros enemigos de la integridad nacional.
No perdamos ripio de la actualidad, y no solo con la actitud de preocupación, sino con el ánimo firme y dispuesto de la ocupación: es la hora de los patriotas de verdad, de quienes pueden y deber opinar y manifestarse, sin secretismos, en favor de España, de su unidad y del futuro de convivencia, justicia y libertad.
- Todo ello, evidentemente, al margen de los tableros y de las mesas de negociaciones.