No es nuestro estilo.
Nos caracteriza, sobre todo, un estilo, que implica elegancia y, a la vez, firmeza y rotundidad; allá los aprendices de políticos con sus maniobras; nosotros preferimos oponer idea a idea, actitud a actitud, para ser consecuentes con nuestros planteamientos esenciales...
Editorial de La Razón de la Proa (LRP) de marzo de 2021, recuperado para ser nuevamente publicado en noviembre de 2023. Solicita recibir el boletín semanal de LRP.
No es nuestro estilo.
Suelen correr por las redes informaciones ⎼acaso fake news⎼ sobre las conductas privadas de personajes de la política española, como forma de descalificación que excede con mucho a las discrepancias ideológicas, a su talante o a la percepción que tenemos de ellos como nefastos para nuestra nación.
Nos apresuramos a afirmar con rotundidad que los falangistas o joseantonianos del siglo XXI no debemos hacernos eco de estas supuestas informaciones, sean o no ciertas, ni colaborar en estas maniobras de descrédito personal. Posiblemente, muchos de ellos no harían lo mismo, pero, en nuestro caso, nobleza obliga…
Es más: rotundamente las rechazamos, como ejemplos que son del turbio ambiente que nos envuelve, solo dignos de la cloaca que se ha convertido la España oficial; nosotros preferimos el aire libre en lugar del enrarecido que airean los medios, sean las comunicaciones de guasap, la prensa o las revistas del corazón.
Nuestro respeto a la dignidad humana, incluida la de los más feroces adversarios de nuestras posturas, nos impide caer en esas bajezas, propias de una ingeniería soez y barriobajera, ya sea procedente de las derechas o de las izquierdas.
El que se extrañe de nuestra repulsa debe releer aquella Carta a un estudiante que se queja de que FE no es duro, escrita por José Antonio el 19 de abril de 1934, ante situaciones semejantes a las actuales, y en la que se decía:
Si nos plegásemos al gusto zafio y triste de lo que nos rodea, seríamos iguales a los demás (…). No cedas al genio de la pereza y de la ordinariez cuando te tiente o nos sugiera que le rindamos culto.
Nos caracteriza, sobre todo, un estilo, que implica elegancia y, a la vez, firmeza y rotundidad; allá los aprendices de políticos con sus maniobras; nosotros preferimos oponer idea a idea, actitud a actitud, para ser consecuentes con nuestros planteamientos esenciales y no caer en chismes propios de programas-basura y menospreciar la dignidad de los otros. Razonemos nuestras propuestas para la situación de España, que son mucho más rebeldes a lo establecido, pero siempre serán constructivas.
Allá cada cual en su vida privada; será, en todo caso, una opción de los posibles seguidores o votantes el juzgar la calidad moral de los nombres contenidos en la papeleta elegida: por sus hechos los conoceréis.
Quienes intenten arrastrarnos a la bajeza o a la ordinariez nos tendrán enfrente y, por nuestra parte, procuraremos mantenerlos alejados de nuestros ámbitos, por más que quieran seguir nadando en las ceremonias de confusión a los que son tan proclives.
No responderemos con escupitajos a los escupitajos, ni husmearemos en las veleidades humanas de cualquier adversario; allá cada uno con su conciencia, incluida la de los creadores de fake news o propagadores de secretos de alcoba. Respondamos siempre a las exigencias de nuestro estilo.