Editorial

Partidocracia frente a democracia de 'contenido'.

Partidocracia frente a democracia de 'contenido'; una 'España oficial' de espaldas a la 'España real'.

Una España oficial de espaldas a la España real, y no digamos de la Espala metafísica que debe inspirar a la anterior.


Editorial de La Razón de la Proa (LRP) de febrero de 2021, recuperado para publicarlo de nuevo en diciembre de 2023. Solicita recibir el boletín semanal de LRP.

Evocación histórica para un presente desnortado.


El 13 de febrero de 1934 José Antonio Primo de Rivera y Ramiro Ledesma Ramos estampaban sus firmas en el documento de fusión de Falange Española y las JONS; la proclamación pública de este integración sería el 4 de marzo, en el teatro Calderón de Valladolid. La unión de ambos movimientos tendría una importancia trascendental, porque representaría, sobre todo en F.E., una radicalización hacia lo social y provocaría, en consecuencia, el apartamiento de personas del mundo de la derecha, solo atraídos por el apellido de José Antonio; también, el nuevo movimiento unificado iría desprendiéndose de ciertos mimetismos fascistas de la época, llegando a posiciones originales y profundas, tanto en lo nacional como en lo social.

Hasta aquí la referencia histórica, que no conviene olvidar pero sin detenerse en ella a modo de un obstáculo que nos impida atender a un presente de circunstancia tan diferente; no obstante, siguen, en un marco distinto, temas enquistados, que nos llevan a reafirmarnos en lo esencial de los planteamientos de la historia.

He aquí que, en esta sociedad atenazada por una gestión nefasta de la pandemia *(redactado en 2021), emergen dos problemas fundamentales para España: el separatismo insolidario y una grave situación social debido a la alta tasa de paro. Ante esto, se mantienen unas posturas que olvidan lo uno o lo otro, en un cerril encasillamiento en sus intereses.

Ante la grave crisis social y económica, la izquierda gobernante adopta la táctica del avestruz y solo se preocupa de impulsar una legislación sectaria de carácter ideológico: eutanasia, manipulación de la Educación, demagogia de inclusión, multiculturalismo buenista… El trabajador en paro o en ERTE, las pymes, los restauradores y los transportistas, el personal sanitario… se encuentran ante las barreras de una mala gestión y de una burocracia demencial.

Ante la crisis de la unidad nacional, a la oposición solo se le ocurre invocar a la derecha constitucionalista o, en el caso de las últimas elecciones catalanas, a la derecha no independentista, como si la unidad de España fuera un marco de la derecha y no una apremiante tarea de todos los españoles, sean cuales sean sus preferencias de voto.

Ceguera e inutilidad: partidocracia frente a democracia de contenido; una España oficial de espaldas a la España real, y no digamos de la Espala metafísica que debe inspirar a la anterior.

No es ocioso, por lo tanto, que nos reafirmemos en nuestras posturas joseantonianas, que integran, en síntesis indisoluble, los dos vectores de lo nacional y lo social, como quedaba fijado en el documento de aquel 13 de febrero tan lejano. Esto implica la necesidad de una profunda transformación radical de la sociedad española y de las mentalidades apegadas a los partidismos estériles, Quién nos dice que, de proponerla con éxito, no inspiraría, a su vez, una transformación igual de radical en toda Europa, en la que se consideraran inseparables los conceptos de unidad sin fisuras y justicia social profunda.