Editorial

Frente a la indiferencia

Desde La Razón de la Proa instamos a formar parte de una generosa academia de españolidad, capaz de integrar lo nacional, lo espiritual y lo social.

Frente a la indiferencia


No son lícitas la indiferencia ni la frivolidad a ninguno que entienda que la vida no vale la pena vivirla si no es para quemarla al servicio de una gran empresa

Permitidnos que no hablemos ahora de campañas electorales, de encuestas o de previsiones de pactos y formación de gobierno; todo eso está, de sobra, en todos los medios de difusión, que a veces se confunden lamentablemente con los de propaganda. En el fondo, no es más que frivolidad, y eputamos de frivolidad todo aquello que nos desvíe del problema crucial de este momento: el cuestionamiento de España como nación y como hogar digno de los españoles. Y no creemos que las urnas vayan a solucionar el problema.

Es urgente crear una conciencia nacional, empezando por liberar de frivolidades la conciencia de cada uno de nosotros. Bien está acudir, o no, a votar el día 10 a lo menos malo; también, bien está, especialmente, mirar con cierta distancia saludable el juego político que suele hacerse a espaldas de los ciudadanos. Pero lo que no es adecuado, en modo alguno, es adoptar una postura de indiferencia frente al verdadero problema de que se está cuestionando España.

Mientras transcurre esta campaña electoral, todos los particularismos separatistas que se han ido formando al compás del Estado Autonómico se han agrupado en torno a sus pretensiones secesionistas. En Cataluña en concreto, la efervescencia y la agitación están en las calles; el Gobierno de España, no solo mira hacia otro lado, sino que pone el acento en resucitar odios ancestrales que ya no tenían existencia real en nuestra sociedad; entretanto, como síntoma y como nota de tristeza y preocupación, ha subido el paro en España…

Desde La Razón de la Proa instamos a formar parte de una generosa academia de españolidad, capaz de integrar lo nacional, lo espiritual y lo social. Nuestra tarea inmediata es fomentar una pedagogía social en todos los ámbitos a los que tengamos acceso. No son lícitas la indiferencia ni la frivolidad a ninguno que entienda que la vida no vale la pena vivirla si no es para quemarla al servicio de una gran empresa.