Por una reconstrucción del sentido de la Navidad.

Por una reconstrucción del sentido de la Navidad

¡Qué habilidad tienen, parece mentira! El objetivo claro es deconstruir la Navidad. La palabreja ━y sobre todo su concepto━ está a la orden del día: los cocineros quieren lucirse con una deconstrucción de una tortilla de patatas; los escultores deconstruyen el David de Miguel Ángel; los políticos deconstruyen el lenguaje (para deconstruirnos el pensamiento, claro); las ideologías oficiales quieren deconstruir la sexualidad humana, las relaciones entre hombre y mujer y el amor, y también está entre sus previsiones deconstruir la familia, y casi han conseguido hacer lo propio con la educación… y con la propia España.

También, cómo no, tratan de deconstruir el cristianismo y su mensaje. Y, en estas fechas, se aprecia claramente que esta tarea se aplica especialmente a la Navidad y a su sentido profundo. Se unen en este propósito los intereses comerciales (por otra parte, muy respetables y más con lo que está cayendo), las ñoñerías de procedencia extraña (con sus cortejos de renos, papanoeles y elfos) y las estrategias sectarias.

De esta forma, nos presentarán bellos paisajes nevados, pero sin Estrella y sin Niño Dios; las fábulas y los mitos pretenderán suplantar el Milagro de Belén… Posiblemente, los villancicos también serán deconstruidos. La excusa será siempre no molestar a quienes tienen otras culturas y religiones, con lo que se demuestra que la palabra tolerancia, en sus bocas, es sinónimo de desarraigar los valores, principios y creencias propias.

No seamos tan ingenuos que achaquemos solamente al esnobismo y a la cursilería el éxito de esos proyectos; tontos los ha habido siempre… En el fondo, responden a una estrategia calculada; se trata de hacer olvidar aquellas tradiciones que se sustentan en la Trascendencia del hombre; a la muerte de Dios que decían los filósofos materialistas del XIX, al silencio de Dios que sostenían los escépticos del XX, se une el destierro de Dios, que nos trae el laicismo.

El año pasado ━en la etapa más virulenta de este covid que no nos deja━ pedíamos a todos los veteranos de la OJE que “no se dejaran arrebatar la Navidad”; debemos ahora reiterar este mensaje ━casi una convocatoria, casi un toque de corneta━, pues, además de la pandemia sanitaria, estamos sufriendo la embestida de otros virus más peligrosos, pues no solo pueden atentar contra la salud del cuerpo, sino contra la salud de las almas y de los espíritus.

No basta con una simple resiliencia; se trata de pasar a la ofensiva, en nuestras familias, en nuestros hogares y asociaciones, en nuestros ambientes de amistad, en todas nuestras relaciones… En nombre de la verdadera Navidad, rechacemos, de obra y de palabra, los sucedáneos.

Belén montañero de diciembre del pasado año