Habló el buey y dijo mu.
De cuando en cuando, la OJE recibe estos zarpazos, casi siempre desde un mismo origen ideológico y visceral, precisamente el que más empeño pone en introducir el odio en la sociedad española y especialmente entre la juventud.
Publicado en el núm. 225 de Trocha, de mayo de 2021. Editado por Veteranos OJE - Cataluña. Ver portada de Trocha en LRP. Para recibir actualizaciones de Trocha.
Habló el buey y dijo mu.
Encabezamos estas líneas con un dicho que procede del siglo II a.C., concretamente de Apuleyo, y que se aplica (no penséis mal) a alguien que estaba callado y, al hablar, solo dijo disparates. Este es el caso de un tal Carles Monclús, participante en el VIII Congreso Iberoamericano de Animación Sociocultural, organizado por la Red igualmente iberoamericana y de animación sociocultural (perdonad la reiteración) en la Universidad de Valencia; dicen que este participante dejó de pertenecer a esta red en 2017, por no pagar las cuotas, pero eso no viene al caso; un año antes, había presentado en el Congreso una joya cultural con el título de La juventud frente a la hidra capitalista.
Resulta que el susodicho Monclús [ver su blog personal] se ha alarmado sobremanera a causa de la OJE, que participa como socio en la R.I.A. (ya saben: Red Iberoamericana, etc.); se pregunta don Carles si todas las ideologías caben en el discurso de la animación sociocultural y se autorresponde que no, que no caben aquellas que mantienen discursos de discriminación y de odio hacia colectivos como las personas migrantes o las mujeres, o discursos homófonos o xenófobos (todo el repertorio, como se puede ver, del lenguaje “políticamente correcto”).
Y ahora viene la sorpresa: incluye a la OJE entre estas ideologías malditas; su argumento inicial es que fue creada en 1960, en plena dictadura franquista (como la ONCE, la Seguridad Social, los pantanos, etc.), como entidad del Frente de Juventudes, que dependía de la Secretaría General del Movimiento. Es decir, que acusa a la Organización Juvenil Española de tener padre conocido…
Otrosí: que el lema de la OJE es Vale Quien Sirve, y dice que hace referencia a una canción originaria del Frente de Juventudes, palabras que nos demuestran que es experto en historia y que, además, desconoce las resonancias evangélicas y nobles de la palabra servicio, que le debe sonar a la mili que no hizo. Para abundar en el tema, afirma que este lema lo utiliza Jorge Buxadé, de VOX (ya salió la otra bicha), que, por cierto, nunca ha renegado de sus orígenes juveniles de los que se siente orgulloso, como nosotros, sin pertenecer a ningún partido.
Reconoce el señor Monclús (¡menos mal!) que no se puede afirmar que haya una relación directa entre ambas organizaciones, pero sí que parece que tienen fuerte relación (¿cuál?). Y ahora viene el plato fuerte, cuando expresa sus miedos irrefrenables: Estamos viviendo un preocupante crecimiento de la extrema derecha y de los discursos de odio (¿se referirá a Podemos o a los separatistas?). Y pontifica: Habría que exigir a todas las organizaciones que participan una posición clara en contra del fascismo, la xenofobia y los discursos de odio; concretamente, la OJE habría de denunciar públicamente a aquellas personas que dicen pertenecer a la organización y hacen exhibición pública de ideas de ultraderecha.
¡Enhorabuena! El señor Monclús ha reinventado la Inquisición en sus mejores tiempos: no solo hay que acatar los dogmas de la “corrección política”, sino que es necesario denunciar a los supuestos herejes. Revestido así de gran inquisidor, sigue diciendo que no podemos reconocer a organizaciones de este tipo, lo que contribuiría a su blanqueamiento.
Ya le han contestado con rotundidad desde la propia OJE, preguntándole qué discriminaciones se achacan a la entidad, nombrando a varios antiguos dirigentes que militan en partidos diferentes y explicándole un sinfín de actividades y actuaciones donde se pone de manifiesto que de xenófobos, antifeministas y cosas así de feas, nada de nada. Otra respuesta, más directa, dice que sus acusaciones son torticeras, calumniosas e injuriosas, y califica de libelo el contenido del texto de este gran inquisidor, incluyendo la palabra que mejor define su actitud: odio.
Nuestro grupo de veteranos, junto al total rechazo de esos infundios, prefiere elegir la vía de no tomar en serio al ínclito señor Monclús, y se limita a aconsejarle que no sea rácano y pague sus cuotas, si aún no lo ha hecho…
De cuando en cuando, la OJE recibe estos zarpazos, casi siempre desde un mismo origen ideológico y visceral, precisamente el que más empeño pone en introducir el odio en la sociedad española y especialmente entre la juventud. A estos especímenes les asombra, preocupa e indigna que la OJE lleve más de 60 años de vida y goce de buena salud, que siga atrayendo a sus actividades a niños y jóvenes y a las familias que los confían, seguras de su mensaje educativo, a sus campamentos y actividades, donde, desde los tiempos fundacionales, nunca se ha predicado el odio, sino todo lo contrario.
Ya que hemos empezado con un dicho clásico, cerramos estas líneas con otro: Envaine vuestra merced, que se aplicaba a los valentones o chulánganos que proferían bravatas y rápidamente recogían velas si sus adversarios les plantaban cara espada en mano.