Radio Juventud

Radio Juventud, estación escuela del Frente de Juventudes

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En febrero de 1941 se inauguró en Madrid Radio SEU, que años más tarde sería el inicio de la Cadena Azul de Radiodifusión. La idea se había gestado en una tertulia de seuístas en el Café Negresco; poco después, se nombró director de la naciente emisora a Aníbal Arias, autor más tarde de Radiofonismo, editado por el Frente de Juventudes (F de J.) ; ese sería el libro de texto de la llamada Academia Radio Juventud, en el año 1947, cuya actividad era la de estación escuela.

La idea se extendió, y se fueron creando pequeñas emisoras de ámbito local en muchos hogares juveniles, hasta llegar a concretarse en la Cadena Azul de Radiodifusión. El número de diciembre de la revista Atajo publicó el reportaje de inauguración de la Estación Escuela del F. de J. de Barcelona, que llevaba el número 15.

En todo el territorio nacional se crearon unas sesenta emisoras, con la misión de formar a la juventud que se interesara por el campo técnico y específico de la radiodifusión, que, por aquellos años, tenía mucha aceptación. La emisora de Barcelona tenía sus antenas en Sant Just Desvern y en Esplugues, por lo que se llamó en principio Radio Unión.

Al leer el citado reportaje de Atajo, fui a la calle Zaragoza nº 77, muy cerca de mi casa, donde estaba instalada la emisora en una torre que era el Hogar Castilla del F. de J., con las tres banderas en el balcón; tenía jardín por delante y por detrás, unidos ambos lateralmente, y constaba de dos pisos, con biblioteca, despachos, locutorio, redacción, estudios, aula, etc.

El salón principal del Hogar era utilizado por todos, tanto afiliados como no afiliados. Soy testigo de que durante el tiempo que estuve allí a nadie se forzó para ingresar en las Falanges Juveniles de Franco ni existió ninguna presión política. Era una escuela para quien quisiera aprender radiofonismo.

Lo cursos eran tres, con teoría y práctica; el ambiente era juvenil y alegre. No obstante, un año después al acabar mis estudios de Magisterio y ejercer la profesión, me vi obligado a dejar aquel Hogar, con someros conocimientos de radiofonismo y una gran nostalgia.

En 1957 Valencia sufrió una gran inundación del Turia; Radio Juventud de Murcia tuvo la ocurrencia de lanzar por las ondas un llamamiento de ayuda, que se transmitió por toda la Cadena Azul; allí nació la idea de hacer una gran subasta pública, al frente de la cual un locutor de permanencia, Adolfo Fernández, granadino, durante días y noches suscitó la colaboración de muchos españoles; llegaron toda clase de objetos, incluso el anillo pastoral del obispo Marcelino Olaechea y el traje de torero de Joselito.

Radio Juventud fue estación escuela de 1953 a 1965, y fueron ocurriendo en España muchas cosas: había desaparecido el SEU, que pasó a ser una simple Comisaría, también las revistas La Ballena Alegre y, por ejemplo, Sindicalismo fueron suspendidas, así como la publicación Es Así. Había llegado la tecnocracia…

Sin embargo, la Cadena Azul de Radiodifusión siguió existiendo, dentro del Departamento de Servicios de la Delegación Nacional de la Juventud, al servicio de su intención formativa, agrupaba a las emisoras designadas bajo la denominación genérica de Radio Juventud y con las funciones específicas de la difusión de la problemática del mundo juvenil y la programación y realización de actividades que estimulen la participación de los jóvenes interesados en las tareas radiofónicas (Norma Orgánica de la Delegación Nacional de la Juventud, 18 de noviembre de 1970, BOE 2-XII-70).

Más tarde, la cadena fue absorbida por la llamada Red de Emisoras del Movimiento. En Barcelona, pasó de la querida calle Zaragoza a Vía Augusta 17-19.

Profesionalmente, la Cadena Azul había realizado una labor plausible. Muchos de los que destacaron después en la radio salieron de ella, aunque muchos olvidaron el origen de su éxito. No diré ningún nombre, pero sí el recuerdo para José Luis Barcelona, al que tuve como profesor y que falleció hace dos años.