'Memoria Histórica, amenaza para la paz en Europa' (II)
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'Memoria Histórica, amenaza para la paz en Europa'
Se trata de una recopilación de 15 artículos escritos por Hermann Tertsch, promotor del proyecto, Francisco José Contreras, Stanley Payne, Fernando Sánchez Dragó, Pedro Carlos González Cuevas, Ángel David Martín Rubio, Alfonso Ussía, Jesús Lainz, Luis E. Togores, Miguel Platón, Javier Barraycoa, Alberto Bárcena, José Manuel Otero Novas, Jesús Palacios y Pedro Fernández Barbadillo, coordinador de la obra.
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Resumen y frases de los artículos 6 al 10
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6.- ¿Fue la persecución por las izquierdas a los católicos equivalente a un genocidio?
Por Ángel David Martín Rubio (Castuera, 1969), es sacerdote, licenciado en Geografía e Historia, en Historia de la Iglesia y en Derecho Canónico. Como investigador se dedica a la violencia y la represión en España entre los años 30 y 40.
- Resumen.- La “memoria histórica” ignora la persecución sufrida por los católicos españoles en los años 30, que por su magnitud y su crueldad se puede calificar de genocidio. Las izquierdas fueron responsables del asesinato de 7.000 religiosos (obispos, sacerdotes, monjas y seminaristas) y de entre 60.000 y 70.000 seglares, muchos de los cuales murieron por odio a su fe católica. El sacerdote y doctor Ángel David Martín Rubio expone una selección de la multitud de fuentes que confirman esta matanza, que incluyó la tortura y la violación de muchas víctimas. En vez de honrarlas, la Ley de Memoria Histórica anima a que se desmonten los monumentos en homenaje a estas personas.
Las izquierdas asesinaron a casi 7.000 religiosos de ambos sexos, junto a decenas de miles de seglares muertos por sus creencias religiosas
Otras frases del autor en el mismo artículo:
- La persecución antirreligiosa se alimentó de dos fuentes con sus raíces en el siglo XIX: el laicismo sectario vinculado al liberalismo y el ateísmo propugnado por el socialismo marxista.
- La persecución religiosa fue consecuencia de dos formas de laicismo: el elitista de los partidos liberales (con la legislación) y el populista de los revolucionarios (con la acción directa).
- A comienzos de los años sesenta, monseñor Antonio Montero hablaba de 4.184 víctimas del clero secular, 2.365 religiosos y 283 religiosas; es decir, 6.832, cifra comúnmente aceptada.
- En agosto de 1936 se alcanzó la cifra más elevada, con más de 1.650 asesinados en la zona republicana: una media de 53 por día, entre ellos nueve obispos.
- El número de seglares muertos en la retaguardia republicana oscila entre 60.000 y 70.000 personas. Es imposible separar la persecución religiosa y la represión sociopolítica.
7.- La sonrisa asesinada.
Por Alfonso Ussía Muñoz-Seca (Madrid, 1948) es escritor novelista, y ha sido columnista en ABC y La Razón; además de tertuliano de radio en COPE y Onda Cero.
- Resumen.- El popular escritor Alfonso Ussía narra el secuestro, el encarcelamiento y el asesinato de su abuelo, el famoso dramaturgo Pedro Muñoz-Seca (1879-1936), autor de la obra de teatro española más representada del siglo XX. Como su muerte la causaron milicianos de izquierdas, Muñoz-Seca no aparece entre las víctimas a las que se dedica la Ley de “Memoria Histórica”. Su familia lo ha dejado reposar en el lugar en que cayó.
Por su sentido del humor, don Pedro se convierte en el autor más seguido, aplaudido y denostado del teatro español...
Otras frases del autor en el mismo artículo:
- Fue detenido en Barcelona, junto con su esposa. Aunque no estaba implicado en la rebelión, se le sometió a juicio en Madrid.
- Le ofrecieron la libertad si declaraba su rechazo a Dios, España, la Monarquía y el ABC. Respondió: “Prefiero la muerte”
- Sus restos yacen en una fosa común en Paracuellos de Jarama, junto a otras víctimas de la mayor matanza de la guerra.
8.- Memoria de la destrucción contra la destrucción de la memoria.
Por Jesús Laínz (Santander, 1965), es abogado y escritor. En 2004 de Adiós España, un profundo y exhaustivo ensayo de más de 800 páginas en que estudiaba los mitos y las falsedades históricas en que se basaban los separatistas vascos y catalanes.
- Resumen.- El autor enumera las principales destrucciones y matanzas ejecutadas por las izquierdas desde la misma proclamación de la Segunda República en 1931 y hasta el final de la Guerra Civil, en 1939. Quemas de iglesias, bibliotecas y cosechas, torturas y matanzas de miles de presos desarmados bajo custodia del Gobierno republicano... Estos crímenes fueron borrados de la memoria colectiva en los últimos cuarenta años, y mediante la Ley para la Memoria Democrática la izquierda pretende encarcelar y multar a quienes los recuerden.
Cuando crece el totalitarismo izquierdista es necesario recordar aquello que se pretende borrar de la memoria de los españoles.
Otras frases del autor en el mismo artículo:
- Al mes de proclamarse la República unas revueltas izquierdistas quemaron iglesias, bibliotecas y colegios sin que el Gobierno las parara.
- Periódico Solidaridad Obrera: “Los obispos y cardenales han de ser fusilados. Y los bienes eclesiásticos han de ser expropiados”.
- En Málaga, las izquierdas asesinaron a 3.406 personas entre mediados de julio de 1936 y principios de febrero de 1937.
- Clara Campoamor: “El gobierno hallaba todos los días sesenta, ochenta o cien muertos tumbados en los alrededores de la ciudad”.
9.- Cómo España evitó entrar en la Segunda Guerra Mundial.
Por Luis E. Togores (1959, Madrid), es doctor en Historia Contemporánea. En la actualidad es catedrático de Historia Contemporánea. Destaca su libro divulgativo Historia de la Guerra Civil Española, y la trilogía de biografías de Millán Astray, Muñoz Grandes, Yagüe.
- Resumen.- La Segunda Guerra Mundial estalló a los cinco meses de terminada la Guerra Civil española. El general Franco ordenó neutralidad a los españoles; pero cuando Francia se rindió, España quedó entre el Ejército alemán al Norte y Gibraltar, colonia británica y base naval al Sur. Entre 1940 y 1943, diversas fuerzas internas y externas trataron de involucrar al Gobierno español en la guerra, en un bando o en otro. El autor explica cómo Franco esquivó esas presiones y amenazas, que podían haber convertido a España en un campo de batalla. A pesar de lo que sostiene la “memoria histórica”, fue Franco el principal factor que impidió la unión de España al Eje. En una muestra de su independencia, Franco ordenó a los diplomáticos en la Europa ocupada que salvaran a miles de judíos perseguidos por los nacional-socialistas.
Mientras que el Gobierno republicano buscó apoyos en la Unión Soviética de Stalin y el Frente Popular francés, la España nacional los encontró en Alemania e Italia.
Otras frases del autor en el mismo artículo:
- La compra de armamento contribuyó a alargar la Guerra Civil española, pero no resultó determinante en desequilibrar la balanza de la victoria en favor de uno u otro bando.
- En septiembre de 1940, el Generalísimo parecía estar dispuesto a unirse al Eje, como había hecho Mussolini al declarar la guerra a Francia y Gran Bretaña.
- El ministro español Serrano Suñer llegó a Berlín como un confiado germanófilo, pero en la capital del Reich sus sentimientos comenzaron a cambiar.
- El protocolo de Ribbentrop para garantizar la entrada de los españoles en guerra fue rechazado en su totalidad por un Franco frío y tranquilo.
- Franco intentó contentar a ambos bandos mediante concesiones de todo tipo y tolerando las violaciones de la soberanía española por Londres, Berlín, Roma o Washington.
- Una prueba de la falta de sintonía entre Madrid y Berlín se puede observar en la cuestión judía. Los diplomáticos españoles salvaron a miles de judíos.
- Juanistas, falangistas y militares “azules” y monárquicos conspiraron con los servicios secretos alemanes para forzar la entrada de España en la guerra.
- España no participó en la guerra, sin lugar a dudas, por la voluntad de Franco y su decidida actuación para evitar la entrad en el conflicto.
10.- ¿Fue la represión en la posguerra implacable con los vencidos?
Por Miguel Platón (Melilla, 1949), es periodista e historiador.
- Resumen.- El historiador Miguel Platón está investigando todas las condenas a muerte dictadas por los tribunales militares del régimen franquista, por lo que conoce en profundidad la amplitud de la represión de la posguerra, así como los crímenes de los que se acusaba a los procesados. En este artículo expone la evolución de la población carcelaria y la legislación al respecto, que confirman la inexistencia de un genocidio. Otra de las mentiras que refuta es la afirmación de la existencia de más de 100.000 cuerpos abandonados en fosas y cunetas.
Cinco años antes de que empezaran a funcionar los campos nazis de exterminio, los anarquistas catalanes incineraban a sus víctimas en hornos industriales.
Otras frases del autor en el mismo artículo:
- La gran mayoría de los asesinados o ejecutados en la zona controlada por el Frente Popular no pertenecían a ninguna organización violenta.
- Casi todos los asesinados o ejecutados en la que terminó siendo “zona nacional” pertenecían a organizaciones revolucionarias, que rechazaban la democracia.
- Durante el régimen del general Franco, el mínimo histórico de presos fue de 10.622 en 1965, la mitad que en los años de la Segunda República.
- Los condenados a cárcel por los tribunales de represión ni siquiera cumplieron la cuarta parte de la pena de privación de libertad.
- En los años cincuenta regresaron a España mandos muy destacados del Ejército Popular de la República, incluso su jefe supremo.
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