¿Qué tendrá José Antonio?
De los protagonistas de los tiempos de la Segunda República y de la Guerra Civil, el único que es hoy en día continuamente recordado y sobre el que siguen escribiendo investigadores, periodistas y autores de ficción, es José Antonio Primo de Rivera.
Artículo de La Razón de la Proa (LRP) de abril de 2020, recuperado para ser nuevamente publicado en noviembre de 2023. Solicita recibir el boletín semanal de LRP.
¿Qué tendrá José Antonio?
No pecamos de exagerados cuando hemos afirmado muchas veces que, de los protagonistas del ayer, concretamente de los tiempos de la Segunda República y de la Guerra Civil, el único que es hoy en día continuamente recordado y sobre el que siguen escribiendo investigadores, periodistas y autores de ficción, y estos en novela y escenarios, es José Antonio Primo de Rivera.
Dicho de otro modo, a ciento diecisiete años de su nacimiento y a ochenta y cuatro de su fusilamiento en Alicante* (este artículo fue redactado en 2020), es una figura que sigue gozando de actualidad, de preguntas y, la mayor parte de las veces, de respeto; no es extraño que el gran Enrique de Aguinaga diga de él que fracasó con éxito.
Una prueba más la tenemos en dos textos recientes, de estos últimos días, que han aparecido en ABC, el primero con el sugestivo título ¿Farsa o justicia? Las dudas del juicio que condenó a muerte a José Antonio Primo de Rivera, y el segundo, no menos llamativo, Así salvó la familia Primo de Rivera al juez del Frente Popular que condenó a José Antonio.
Por lo que parece, el autor de estas crónicas históricas acaba de leer el interesante libro de Honorio Feíto Iglesias Portal. El juez que condenó a José Antonio, y en él se basa. Evidentemente, no nos dice nada nuevo a quienes hemos recorrido con avidez la inmensa bibliografía sobre el personaje, con autores entre los que destacan José M.ª García de Tuñón, que escribió el epílogo del mencionado libro, Francisco Torres o Arnaud Imatz, por ejemplo; la peripecia que sufrió José Antonio con su detención, traslados, procesamiento, juicio ante un tribunal popular y condena a muerte está suficientemente documentada, junto con las hipótesis y datos de José M.ª Zavala.
De todas formas, la transcripción del juicio se puede encontrar en el Frente a frente, de José M.ª Mancisidor (1963), recogido íntegramente en las Obras Completas del Centenario (Plataforma 2003), cuya lectura es indispensable para entender completamente a José Antonio Primo de Rivera; es posible encontrar esas Obras mediante pedido a la librería Castelar de Madrid, y sería muy adecuada su lectura a todos los que quieran acercarse a su figura y obra.
Es imposible recoger aquí todas estas aportaciones históricas, así como los trabajos de investigación nacionales e internacionales, de rango académico y universitario, o de divulgación que se han centrado en su pensamiento político, no solo por la cantidad de los publicados, sino porque constantemente se van actualizando, renovando y ampliando; ha quedado obsoleto, incluso, el grueso volumen de El Yugo y las Letras, editado en 2005. Dejando de lado la hagiografía, se está acometiendo una verdadera labor de profundización y revisión, signo inequívoco del interés que despierta José Antonio en nuestro siglo.
En La Razón de la Proa no descuidamos, por supuesto, lo histórico, que constituye un valioso legado de gran interés en estos tiempos en que impera la desinformación y la manipulación del pasado con el fin de controlar el presente; tampoco hacemos olvido de cuantas aportaciones se centran en matizar todos sus escritos y discursos para separar lo coyuntural de lo esencial, porque precisamente dirigimos a esto último nuestra mayor atención.
Nosotros somos joseantonianos de nuestro momento histórico; pretendemos, como se ha repetido en nuestra declaración de intenciones, traer a José Antonio al siglo XXI, o, como dejó dicho Ridruejo, vivir en José Antonio y no vivir de José Antonio; si nos limitáramos a la nostalgia de lo que pudo haber sido y no fue, estaríamos cayendo en una forma de idolatría hacia el personaje, un modo como otro –entiéndasenos–de traicionar a José Antonio.
A partir de las constantes de su pensamiento y de sus ideas-fuerza (humanismo, idea de patria, transformación social y económica, preeminencia de lo espiritual…), estamos en la línea de reflexionar, debatir, argumentar y difundir alternativas que signifiquen la superación del actual Sistema que empobrece al ser humano, lo priva, no solo de sus necesidades acuciantes en orden a lo material y a lo cultural, sino que lo aleja de su fin trascendente como ser revestido de dignidad, libertad e integridad.
No se trata de disquisiciones sobre ortodoxias o heterodoxias, sino de lograr que, además de ser un protagonista de la historia, José Antonio Primo de Rivera pueda llegar a ser motor de transformaciones necesarias para hacer de España, de Europa y del mundo un lugar mejor para vivir porque el hombre se haya armonizado con su contorno.