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La derecha española decide suicidarse

Se han cumplido los peores presagios, y no será porque las advertencias no hayan venido de diferentes sitios y de los más expertos y solventes gabinetes de demoscopia y sociología.

Publicado en el Nº 165 de Desde la Puerta del Sol, de 3 de mayo de 2019.
Ver portada Desde la Puerta del Sol en La Razón de la Proa.

La derecha española decide suicidarse


“Los pueblos tienen los gobiernos que se merecen (Josepsh Maistre)

Se han cumplido los peores presagios, y no será porque las advertencias no hayan venido de diferentes sitios y de los más expertos y solventes gabinetes de demoscopia y sociología.

  • Todo, por la insufrible arrogancia de Rivera, y la equivocada estrategia de Abascal.
  • El uno, queriendo aparecer siempre y en todos los sitios como el más listo de la clase, despreciando e incluso acuchillando por delante –en los debates televisivos– o por la espalda, a quien se suponía su posible socio.
  • Y el segundo, porque que con su entusiasmo épico, no valoró que en un país como el nuestro, con un sistema electoral democrático, el gobierno, es decir el poder, no se alcanza llenando auditorios ni plazas de toros, por muy enfervorizados que aparezcan sus miles de asistentes, sino a través de las urnas, y teniendo en cuenta los factores que hacen posible o no, los objetivos que se pretenden

Ninguno de los dos ha querido realizar un posible y razonable pacto de confluencia con el Partido Popular, para que como ya decía Clausewitz, situar todo el esfuerzo en un mismo punto, para conseguir el mejor resultado.

  • Y lo que más llama la atención, son las continuas manifestaciones de patriotismo, por parte de todos. Es como una burla.
  • Porque el verdadero patriotismo, no es defender por encima de todo su concepto unilateral de patria, la suya, ni la de sus intereses personales o partidistas.
  • El verdadero patriotismo, es aquel que es capaz de sacrificar si es preciso, algunas de sus propias ideas, convicciones u objetivos, en beneficio de un bien mayor que es España y el resto de los españoles.

Pero tal vez lo peor y más criticable, no haya sido ayer el error o la intransigencia de los líderes de los partidos, sino el comportamiento de los electores.

  • Resulta increíble, y de ahí el encabezamiento de este artículo, que por un lado, media España haya votado a favor de un individuo, Pedro Sánchez, que a lo largo de estos últimos años, ha demostrado que es un trepa político, un embustero convulsivo y un vendedor de humo, que ha confirmado que para mantenerse en el poder, no ha dudado en humillarse y humillarnos ante los separatismos catalanes y vascos y que ya ha amenazado con asarnos a impuestos y que es el presidente del partido que arrastra la mayor tasa de corrupción conocida, no haya dudado en concederle su confianza.

Y por otro, los que en unos casos por despecho, por anteriores agravios de corrupción en anteriores etapas del Partido Popular, y a pesar del esfuerzo que ha realizado Casado por limpiar sus filas, hayan contribuido con su voto, a que para evitar el famoso «mal menor», ahora tengamos que sufrir durante cuatro años un mal «muchísimo mayor».

  • Claro que eso tendrá la ventaja de que, todas esas personas, no podrán quejarse de las cosas que nos pueden ocurrir a partir de ahora.

Dentro de poco tendremos otras elecciones, los partidos siguen en sus trece de ser cabezas de ratón en lugar de rabo de león, pero tal vez los electores tengamos la posibilidad de enmendar el desastre de anoche.

  • Aunque en contra de mi habitual optimismo, tengo pocas esperanzas, por aquello de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.