Don Hernando de Soto "Chrysler"
Don Hernando de Soto "Chrysler"
Todos los conquistadores españoles con una importante presencia en la toponimia estadounidense son ahora mismo, junio/julio 2020, el centro de ataques con el objetivo final del cobarde derribo de una estatua indefensa y el borrado de su legado. Este movimiento irracional, sorprende por cómo unos incontrolados, pueden efectuarlo sin pararse a pensar que están derribando una herencia cultural que abarca no sólo figuras de bronce, si no calles, pueblos enteros, plazas y que se extiende por todo EE. UU.
Dentro de las categorías mencionadas De Soto exhibe hasta ocho topónimos que lo conmemoran en diferentes estados de EE. UU.
Nacido en 1500 en Villanueva de Barcarrota, Badajoz. Viajó joven a América y participó en la expedición de Gaspar de Espinosa que descubrió la costa de Nicaragua, y luego en la conquista de este territorio, a las órdenes de Hernández de Córdoba, en 1523.
Como gobernador de Cuba llegó en 1538 con sus hombres a La Habana y, tras reedificar el fuerte, partió hacia la Florida, que comprendía no sólo la actual península si no también las llanuras hasta México. No me extiendo en la viajera y azarosa vida de Hernando de Soto, que el lector podrá completar al final.
Desembarcó en la bahía del Espíritu Santo (Tampa), desde donde penetró en el continente, luchando sin descanso a partir de ese momento contra el clima y los nativos hostiles.
Durante tres años, su exploración de las llanuras del sur de los actuales EE. UU. fue una marcha desesperada por conseguir unas imaginarias riquezas. Llegó a Alabama en octubre de 1540 y descubrió el río Mississippi, uno de los mayores del mundo.
Lo cruzó a la altura de la actual Memphis, descubrió las mesetas que flanquean el río White, en la confluencia con uno de los principales afluentes del Mississippi, el Ohio, y regresó luego hasta el gran río, donde, gravemente enfermo, falleció el 21 de mayo de 1542. De Soto cubrió más territorio norteamericano que cualquier otro explorador, y algunas ciudades y condados en el sudeste de Estados Unidos se llamaron De Soto en conmemoración de su gesta. Una historia reiterada por otros.
Pero su historia no acaba con su muerte ni con las toponimias ni las estatuas.
¿Qué identifica a EE. UU.? Su industria automovilística sin duda. ¿Y que la une con nuestro compatriota?
Pues nada más y nada menos que don Walter P. Chrysler, fundador de la Corporación Chrysler, que introdujo la marca DeSoto en verano de 1928. La promoción de Chrysler atrajo inmediatamente a 500 distribuidores. Cuando la producción de los primeros De Soto estuvo lista a finales de 1928, unos 1.500 concesionarios ofrecían el Premier Six de 1929. La demanda fue formidable.
Durante los doce primeros meses la producción de DeSoto alcanzó las 81.065 unidades. Historia del automovilismo, DeSoto construyó más coches durante su primer año que Chrysler, Pontiac o Graham-Paige. Este récord se mantuvo casi treinta años. La marca De Soto se eligió evidentemente en honor a Hernando de Soto.
El coche se ofrecía a la mitad de precio que el 6 cilindro de 55 hp. El DeSoto proporcionaba ventajas de ingeniería como una bomba de aceite y frenos hidráulicos Lockheed que eran opcionales o simplemente no eran ofrecidos por las otras marcas de la época. El DeSoto tenía detalles como el limpiaparabrisas estándar automático, llaves especiales de contacto, luces de freno y una completa instrumentación entre otras muchas cosas.
Para hacer más atractiva la gama, se ofrecían siete modelos diferentes con nombres ostentosos. Al modelo de dos plazas lo llamaron “Dos plazas español” nombre singular sin duda. Al sedán lo llamaron “Sedán de lujo”. Incluso el modelo básico de dos puertas tenía el nombre de “Business Coupé”.
De Soto volvió con más fuerza en 1930. En lo más alto de la gama estaba el DeSoto CF, conocido también como DeSoto Eight. Este era el DeSoto más grande con una distancia entre ejes de 114 pulgadas, 2,90 metros, y un motor de ocho cilindros que desarrollaba 70 CV. Pensado y dirigido a los clientes que deseaban un coche de lujo potente.
A pesar de que 1930 fue el primer año completo inmerso en la gran depresión, DeSoto construyó 20.075 unidades del Eight. Como el proceder durante la depresión de la Corporación Chrysler en generl y de la división DeSoto en particular fue ejemplar, el desarrollo de nuevos productos continuó incrementándose durante la época dorada del jazz.
DeSoto, mantuvo al público pendiente de sus espectaculares hazañas de velocidad y resistencia. En 1932, el piloto de coches de carreras Peter De Palo cruzó en diez días los Estados Unidos a bordo de un DeSoto. Cuando su viaje terminó, De Palo al volante de su DeSoto se dirigió al hipódromo y realizó 300 millas a velocidades cercanas a las 80 millas por hora.
En 1933, DeSoto reclutó a otro piloto de coches de carreras para la realización de un truco publicitario asombroso. Esta vez, Harry Hartz condujo un De Soto marcha atrás a través del país. Hartz pilotó el coche por todo el continente observando el camino a través de un gran retrovisor.
Por aquel entonces los espectadores no lo podían saber, pero el viaje de Hartz fue la primera prueba en público de experimentos sumamente secretos que se prepararon en los laboratorios de ingeniería de la Corporación Chrysler. Los resultados de aquellos experimentos cambiarían el mundo de la automoción.
Los experimentos realizados aportaron conocimientos aerodinámicos que fueron aplicados en el DeSoto Airflow de 1934. Los nuevos coches tenían una estudiada distribución del peso, eran extremadamente estables, el compartimiento de pasajeros fue situado delante de las ruedas posteriores obteniendo más espacio y comodidad. También fueron los primeros coches con carrocería monobloque, simplificando la producción y aumentando enormemente la resistencia. Estos coches de los años 30 estaban verdaderamente adelantados a su tiempo.
En 1938, DeSoto empezó a fabricar para la exportación (sobre todo vehículos militares).
En 1941 la transmisión semiautomática del DeSoto Simplimatic estaba disponible en todos los modelos. Tras la Guerra Mundial sería actualizada como por ejemplo con el cambio hidráulico en los pedales. En 1954, se pasó de una transmisión semiautomática a una transmisión completamente automática.
A principios de 1959, la gama de DeSoto había sido reducida al “Fireflite” y al “Adventurer”, y la marca fue fusionada con la gama de Plymouth. A pesar de ello, ese año también se vendieron dos millones de unidades.
En 1960 las ventas cayeron en picado, debe tenerse en cuenta que los coches DeSoto eran vendidos en los mismos concesionarios que sus primos de menor precio. El último diseño de DeSoto se convirtió en el Chrysler Newport antes incluso de que se iniciara su producción y los modelos de 1961 fueron los últimos de DeSoto.
Los restos de stock de los modelos de 1960 fueron utilizados para la fabricación de los últimos coches y la marca fue relegada a la historia tras casi 40 años.
No creo sea posible separar a Hernando de Soto del legado de EE. UU. Ni de la historia de 1540 ni de la historia del siglo XX ni de la historia automovilística del país que creó una cultura con ella. De esa historia forma parte De Soto, se puede derribar una estatua, quitar el nombre de una calle, pero ¿borrar una parte de la historia de la historia automovilista de EE. UU? ¿de la Corporación Chrysler?
Sólo se puede entender por el mal de nuestra época, la incultura y la adoración a esa incultura.
Más sobre Hernando de Soto
Emprendió viaje en 1532 como tercer capitán en la expedición de Francisco Pizarro al Perú, donde colaboró en la conquista del Imperio Inca (el Tahuantinsuyo). Como premio recibió la encomienda de Piura, y después del reparto que Pizarro hizo del tesoro que Atahualpa había pagado estérilmente por su libertad acumuló una gran fortuna. Se erigió al igual que el resto de los conquistadores en parte de una nueva nobleza militar que asentaba su poder en las grandes propiedades señoriales logradas en América.
Enemistado con Pizarro (como era habitual) en 1535, retornó a España. Casó con la hija de don Pedro Arias Dávila, el gobernador Pedrarias, doña Isabel Arias Dávila y Bobadilla. Consiguió una capitulación de la Corona para colonizar la Florida, además de los títulos de adelantado de la Florida y gobernador de la Isla de Cuba.
Para saber más:
- Automóvil DeSoto (Wikiwand).
- Hernando de Soto (Wikiwand).
- La sombra de Hernando de Soto: entre el misterio y la leyenda (The Hispanic Council)
Monumento a Hernando de Soto en Barcarrota (Badajoz)