Garbancito de La Mancha
Garbancito de La Mancha
Ha tenido que ser mi amigo y camarada Antonio F. Revilla quien, mediante un correo electrónico, me aclarara la ya longeva incógnita. En efecto, por medio de dicha comunicación he podido saber que, antaño, en ese lugar del conocido barrio barcelonés de El Coll-Vallcarca, estuvieron ubicados los estudios cinematográficos llamados Balet y Blay, dedicados a la creación de películas de dibujos animados y, precisamente en ellos es donde se hizo el primer largometraje español animado que pasó a ser, además, el primero en color realizado en Europa. Ese histórico edificio ya ha pasado a la historia. Ha sido derribado.
Sin embargo, para mí, lo más destacable del asunto es el contenido técnico del filme y, por supuesto, también la obra literaria que sirvió de base para el guion de la película. En cuanto a lo primero, tenemos que señalar que en aquellos tiempos (1945) la producción de películas de dibujos era una empresa de grandes dificultades técnicas y económicas, cuya consecución parecía exclusiva de Walt Disney. Sin embargo Garbancito de la Mancha fue un hito del cine europeo, porque resultó la primera película de animación, en color, realizada fuera de los Estados Unidos. Para tener una idea aproximada de la tarea que ello comportó diremos que en la confección de la misma, que duraba poco más de una hora, trabajaron durante dos años alrededor de cien dibujantes. La película estaba dirigida por Arturo Moreno y se estrenó en el cine Fémina, de la Ciudad Condal, el 23 de noviembre de 1945.
Garbancito de la Mancha cuenta la historia de un niño huérfano, que vive en un pequeño pueblo, sometido continuamente por tres chicos: Manazas, Pelanas y Pajarón. Un día se anuncia la llegada del gigante Caramanca, que devora a los niños, y secuestra a dos amigos de Garbancito: a Kiriquiy a Chirili. Para rescatar a sus amigos nuestro héroe contará con la ayuda de su cabra Peregrina, de una espada y del poder que le concede el Hada Madrina. Con esta extraordinaria capacidad Garbancito podrá convertirse en garbanzo siempre que lo desee.
Evidentemente, la trama de esta película está dentro de lo más clásico de la literatura infantil, pero, no debemos olvidar que, para el público español de hace más de 75 años, aquella obra cinematográfica debió representar una verdadera maravilla. En definitiva, se trataba de una historia sencilla –para niños– con la eterna lucha entre el bien y el mal, pero que, expresada en ingenuos dibujos, en colores, supo ganar las simpatías del público y la popularidad que todavía hoy, después de tantos años, todavía goza.
Julián nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1901. En 1939, el delegado nacional de la Organización Juvenil de FET y de las JONS, Sancho Dávila, lo nombró asesor de Formación Nacionalsindicalista, contando con la colaboración de personalidades de la categoría de Manuel Machado, y el maestro Joaquín Turina, entre otros. También fue amigo íntimo de Eugenio D´Ors, con el que pasaba largas jornadas y compartía tertulia en Madrid. También fue consejero nacional del Movimiento, director del Instituto Nacional del Libro Español, entre otros.
Escribió diversas y conocidas obras, entre las que cabe señalar: Hacia la historia de la Falange (1938); Lecciones elementales de nacionalsindicalismo (s/f); Teoría de la Falange (1941), además de múltiples obras de carácter cultural, costumbrista y folclórico, principalmente de su tierra natal, Andalucía. Estaba en posesión de múltiples condecoraciones y recompensas obtenidas por los servicios prestados a España. Falleció, a los 65 años de edad, después de habernos dejado un amplio e importante legado cultural.
Para saber más sobre Julián Permartín.
- Un flamenco en la Falange. Fue uno de los elegidos por José Antonio para, el día anterior a su infame ejecución en Alicante, dedicarle una carta de despedida, la última que escribió. Artículo de José María Ramírez Asencio, para la Gaceta de la Fund. José Antonio.
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