¡Ni un piquete de alabarderos!

4/08.- Frase referida a Alfonso XIII, que había abandonado su puesto como rey de España sin que “nadie” le defendiera con cierta eficacia, como lo habría hecho –con honor– una pequeña escuadra de soldados.

¡Ni un piquete de alabarderos!


Fue una frase afortunada de José Antonio, quien, refiriéndose al abuelo de don Juan Carlos, mostró que había abandonado su puesto como rey de España sin que “nadie” le defendiera con cierta eficacia, como lo habría hecho –con honor– una pequeña escuadra de soldados.

Y Alfonso XIII “tampoco” había hecho nada para tener que abandonar España apresuradamente en un buque de la Armada, desde Cartagena. Y solo volvió, ya cadáver, también por Cartagena.

En 1931 hubo si elecciones, pero unas simples elecciones municipales para elegir concejales. No hubo un movimiento revolucionario para destronar, ni ninguna “Bastilla” (eso llegaría después). Tampoco hubieron Elecciones Generales en las que los partidos republicanos vencieran por la adecuada mayoría que permitiera un cambio de Régimen.

Pero Alfonso XIII se fue por Cartagena, sin que le defendiera ni un piquete de alabarderos.

No se sabe ahora cuando se irá, ni por donde, don Juan Carlos I, un gran rey (según sus hagiógrafos) cuyas conductas personales le han condenado. No le han servido sus grandes servicios prestados; ni su juramento de las Leyes Fundamentales; ni su decidido apoyo a la Constitución del 78, ni su actitud tras el 23F… Debilidades humanas (Alfonso XIII también fumaba mucho) le han impelido a abandonar y volver a un exilio dorado, como cuando tenía cinco años.

Alfonso XIII dejó España …y una República caótica. Y un hijo que no llegó a reinar.  

Ahora, solo los “virus” nos asedian. Sean “coronados” o estelados.