¿Somes-nous latinoamericans?
Esa es la pregunta que se hacen los habitantes de Montreal, la segunda ciudad más importante de Canadá.
Publicado en Gaceta Fund. J. A. núm. 374 (NOV/2023). Ver portada de Gaceta FJA en La Razón de la Proa (LRP). Solicita recibir el boletín semanal de LRP.
Sí, esa es la pregunta que se hacen los habitantes de Montreal, la segunda ciudad más importante de Canadá cuando sus vecinos del sur (los usacos) se refieren a los pueblos de raíz mediterránea, latina.
En la implacable batalla del mundo anglosajón contra la Hispanidad, librada –y desgraciadamente vencida–hasta el mismo siglo XX, la sugerencia del libre comercio fue un arma muy bien utilizada, que capto a los grandes comerciantes y a la burguesía criolla. Mientras que en las Españas se protegía el intercambio de materias primas y el incipiente desarrollo industrial, a uno y otro lado del atlántico, los grandes productores industriales anglosajones pusieron el ojo en las ilusionadas (e ilusas) nuevas naciones, surgidas tras la emancipación del siglo XIX.
Así, en México coronaron al emperador Napoleón III de efímero imperio, pero a los franceses les dio tiempo a propagar la palabreja Latinoamérica, sin duda para justificar su creciente influencia en las nuevas y bisoñas naciones. Y para adjudicar a la España europea, conductas inapropiadas (¡lenguaje actual…!) en la evangelización de América. En la que hoy, en América hispana, son absoluta mayoría los mestizos, consecuencia de las relaciones –durante cuatro siglos– de los habitantes iberoamericanos e hispanoasiáticos y de la comunión de las lenguas hispanas con el catolicismo.
En los territorios colonizados por ingleses, holandeses o franceses (España no tuvo nunca colonias en América, sino “otras Españas"…) la mentalidad predominante fue el mejor indio, el indio muerto, reservando una pequeña muestra decadente en las famosas reservas. En las no siempre amistosas relaciones anglo-francesas en Canadá Quebec siempre mantuvo –y mantiene– el francés como lengua oficial… pero ¿latinoamericanos…?
No cabe duda de que Francia, como Italia y España son países latinos, en los que Roma dejó para siempre su impronta cultural, pero el propósito anglosajón fue –y es– atribuir el vocablo latinoamericanos a las poblaciones de los países de lengua y cultura hispana (española y portuguesa). En estricta correspondencia cultural, los francófonos de Quebec (Canadá) deberían ser reconocidos también como latinoamericanos, aunque me parece que no están de acuerdo.
Como ellos, tampoco nosotros aceptamos “el término”, sino que declamamos el concepto de mestizaje y de destino común amparado por el ilusionante Hispanoamérica.
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