Emigrados por la acción de ETA
Cartas de nuestros lectores, firmada por Joaquín Serrano.
En relación a los vascos emigrados por la acción de ETA, yo considero que son más de medio millón. Incluyo no solo a los amenazados directamente sino a sus familiares que también tomaron el camino de la emigración para establecerse en otras tierras españolas. Sus casas se vendieron a precio de saldo porque no había otra manera de venderlas. Sus empresas sufrieron el boicot vasco hasta el cierre definitivo. Los asesinatos no solo eran jaleados por los batasunos sino también por PNV y PSOE. Las excusas cristianas del PNV eran que si ETA asesinaba a algún paisano vasco, «algo habría hecho». Si era militar o guardia civil o policía «Era un represor del pueblo vasco y por lo tanto estaba justificado». En cuanto al PSOE, siempre ha estado en la cuerda floja y de hecho integró en el partido a una facción de ETA llamada «Euskadiko Ezquerra» cuyos líderes procedían de la ETA P-M siendo Mario Onaindía uno de los condenados a muerte en el juicio de Burgos de 1970 cuando fueron juzgados por el asesinato de Melitón Manzanas, jefe de la Brigada Social de San Sebastián y antiguo dirigente en 1936 de la Juventud de Acción Católica siendo apresado, juzgado y fusilado falsamente hasta tres veces consiguiendo huir del fuerte de Guadalupe justo antes de la entrada de los nacionales en Fuenterrabía.
Mi padre recibió una carta firmada por ETA que incluía una foto de Javier Ybarra, antiguo alcalde de Bilbao secuestrado y asesinado en junio de 1977. En ella le avisaban que si se levantaba en la fábrica de Sefanitro una nueva instalación de producción de amoniaco, le pasaría lo mismo que al de la foto. Yo abrí esa carta y cuando llego mi padre se la enseñe. Después de comer le lleve al tren a Madrid. La fábrica de Sefanitro que era filial de Altos Hornos de Vizcaya cerró hace ya unos años y uno de los alborotadores contra la fábrica era el hijo del gerente Jose O’Shea y era el párroco de Luchana-Baracaldo cuya parroquia estaba situada justo enfrente de la fábrica. Ese párroco Iñaki O’Shea fue detenido cuando cayó la cúpula de ETA en tiempos de Aznar siendo juzgado y condenado pero apenas estuvo en la cárcel porque ¡oh coincidencia! era también cuñado de Emilio Botín. ¿Has leído alguna vez alguna noticia sobre el tema? Imposible porque los medios tenían instrucciones de no publicar nada al respecto.
Yo decidí marcharme en 1978 porque no era vida estar todos los días mirando debajo del coche, mirar a la cara a todo el que te ibas a cruzar en la acera para ver si reconocías a algún etarra y por supuesto que al casarme no estaba dispuesto a que mi mujer sufriera por mi desde la mañana hasta la noche. Nos casamos, nos fuimos a vivir a Madrid con un intervalo de cuatro años en Zaragoza y no nos hemos arrepentido nunca. Tengo amigos muertos por ETA, otros heridos y otros ilesos y alguna vez nos reunimos a comer en Madrid. Alguno saca el tema de votar en Bilbao. Yo les digo ¿a quién? ¿Qué saben de lo que hemos pasado fuera de nuestra tierra por defender nuestras ideas allí?
Perdona el rollo pero soy uno de los afectados por ese exilio silencioso pero estoy orgulloso de haber mantenido mis ideas y mi forma de ser y de vivir en Madrid lo mismo que mis hijos y nietos a pesar de no constar en ningún listado de emigrados. Nosotros no estamos en ninguna estadística pero lo que te he contado es la realidad más absoluta.
Un fuerte abrazo.