El último irreductible: Agustín de Foxá
«Y pensar que después que yo me muera, / aún surgirán mañanas luminosas. / [...] Y pensar que, desnuda, azul, lasciva, / sobre mis huesos danzará la vida».
Artículo firmado por José Javier Esparza, publicado en el digital El Manifiesto (5/10/2023). Leerlo en su sitio web original. Recogido posteriormente por Gaceta Fundación J. A. (NOV/2023). Ver portada de Gaceta FJA en La Razón de la Proa (LRP). Solicita recibir el boletín semanal de LRP.
En los tiempos que corren, lo mejor que le puede pasar a un autor es verse señalado como incorrecto, inconveniente, peligroso; eso es señal inequívoca de que tal autor tiene interés. Esto le ocurrió hace pocos años a Agustín de Foxá: los comunistas del ayuntamiento de Sevilla vetaron un homenaje a su figura literaria con el transparente argumento de que el autor, fallecido hace ya más de medio siglo, “es falangista”. Hasta entonces se habían contentado con sepultarle en el silencio. Ahora querían, además, quemar su efigie. Pero muchos paisanos se habrán preguntado: ¿Foxá? ¿Quién es Foxá? ¿Por qué lo prohíben? De eso vamos a hablar aquí.
Hijo de la Edad de Plata
Se pondrán como quieran los mandarines de la dictadura ideológica que padecemos, pero el hecho objetivo es que Foxá es uno de los grandes. Puede discutirse que como novelista o como poeta, por ejemplo, su obra no alcanzó la dimensión que él hubiese deseado (en parte por circunstancias ajenas y en parte por pereza propia). Ahora bien, hoy tributamos admiración a otros muchos autores cuya obra verdaderamente estimable se circunscribe a un periodo muy corto de sus vidas: basta pensar en Alberti o Lorca. Sea como fuere, es indiscutible que en un género literario básico del siglo XX, como es el columnismo de periódico, Foxá ha sido uno de los grandes clásicos de nuestra literatura, como González Ruano. Y así lo proclamó, por ejemplo, otro maestro del género: Francisco Umbral. Pero vamos a ver quién era Foxá: qué hizo y por qué tiene que estar, de manera inexcusable, en cualquier biblioteca disidente.
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