«Atentar contra la democracia»
Ese es el latiguillo que en estos momentos sacan a relucir Pedro Sánchez y su tropa.
Publicado en la revista El mentidero de la Villa de Madrid (9/NOV/2023). Ver portada El Mentidero en La Razón de la Proa (LRP). Solicita recibir el boletín semanal de LRP.
Ese es el latiguillo que en estos momentos sacan a relucir Pedro Sánchez y su tropa: respecto a los españoles que han salido a la calle a manifestarse en contra de sus intenciones maniqueas para hacerse de nuevo con el Gobierno de la nación. Sí, en cuanto les hace una pregunta la prensa responden que se está atentando contra la democracia, incluso contra la Constitución. ¡Hace falta desparpajo! –por no decir escasa vergüenza, aunque no les queda ninguna si es que en algún momento tocaron una pizca–.
Y lo que dicen con descaro va contra los españoles de toda la península que han salido a la calle a manifestar que no quieren el apaño de una amnistía a favor de unos individuos que han atentado contra la unidad de España, con la añadidura de que ello llevaría a Pedro Sánchez a ocupar nuevamente el sillón de la Moncloa cuando, a tenor con todas las tropelías que ha cometido él y la harka de seguidores que le palmea y que le deben el buen puesto adjudicado en los centros de la Administración del Estado cuando, si tuviera vergüenza, pundonor y lo que hay que tener, –como dirían Susana y Julian en el dúo de La Verbena de la Paloma–, tendría que comportarse como lo acaba de hacer Antonio Costa –quien también ocupó el puesto de primer ministro a pesar de no haber ganado las elecciones– al dejar el Gobierno de Portugal por haber cometido alguna falta. Pero el chico español no se mira en el espejo y cuando lo hace es para decirse «qué bello y listo soy yo».
Mas los españoles ya están hasta el gorro de sus manipulaciones, de sus manejos, de su incompetencia, y lo que desean es que desaparezca con toda su corte para poder organizar la nación, poner cada cosa en su sitio, y echar a andar hacia un auténtico futuro de progreso que no va por los carriles que este ignaro conducía los intereses de España.
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