Ejemplo de por qué andamos desequilibrados
Hará unos diez días que una amable voz femenina (espero no me pongan una multa por el suave piropo) me preguntaba por teléfono si quería responder a un cuestionario. Dada la poca fiabilidad que hay en estos cuestionarios, lo normal es que diga que no; pero en este caso acepté. Por supuesto era sobre diferentes temas relacionadas con España siendo el final la pregunta sobre qué me parecían determinados personajes de la política, terminando con qué nota pondría a Mónica García. Creo que me salió «un cero» impetuoso y eso que no había leído nada todavía sobre la Ley de Igualdad que ha presentado en la Comunidad de Madrid sobre los personajes «binarios y no binarios».
Con leer lo que cuentan en OKdiario ya es suficiente para calificar a la individua (si la llamamos señora o dama, probablemente caeremos en pecado contra la Igualdad) de desequilibrada, tocada de la olla, y aproveché la oportunidad para celebrar con una cerveza el «cero patatero» que la adjudiqué en la encuesta mencionada.
Pues ahora, esta chica, junto con la Yolanda y las otras guerreras que se juntaron en Valencia hace unos días, son las que, últimamente, nos quieren enderezar haciéndose cargo de la política en España. ¡Osú, la que nos espera para el caso de que lo consiguieran! Esto no se ha dado todavía en el mundo entero. Como no se ha dado los trapicheos de Pedro Sánchez para conseguir aprobar los Presupuestos Generales del Estado, repartiendo las dádivas requeridas por cada uno de los que quieren destrozar la nación, con una irresponsabilidad inaudita y una indignidad e infamia respecto a la nación que se comprometió a defender por encima de todo.
Como en la Comunidad de Madrid son gente bastante seria, la propuesta de ley formulada por Mónica García en nombre de su partido, de ciento y pico páginas, fue desechada y tirada a la basura, lo que ya es un síntoma importante.
Con esa seriedad y tranquilidad habrá que actuar en todo. ¿Cuándo? Pues no conviene esperar demasiado tiempo porque cada día se van deteriorando más los tornillos de la nación, rompiéndose unos, dañándose otros por el óxido que los van afectando, quedando inservibles no pocos al extraerlos para cambiar las piezas que sujetan. En definitiva, esta máquina que debe funcionar con exactitud para el bien general, cada día está más escachifollada de forma que va quedando para el desguace.
Habrá que hacer algo para evitarlo.
Por algún rincón de la Constitución existirá algún apartado que prevea qué hacer cuando el gobernante de turno es un incapaz, tiene maneras contrarias a las que necesita el país para vivir adecuadamente, intenta introducir con bastante éxito modos alejados de los habituales en la nación, rompe las estructuras creadas a lo largo de los años y con todo ello deteriora la vida de los naturales y del país en su conjunto. Si el jefe del Gobierno puede hacer y deshacer su gabinete, parece lógico que el jefe del Estado pueda llamar la atención al de Gobierno, incluso pidiéndole presente su dimisión.
Con esa intención traemos hoy un botijo convertido en Portal de Belén, pues ya sabemos que los botijos, a lo largo de los años, han cubierto muchas necesidades. Ahora simplemente nos servirá para cantar anticipadamente un villancico en el que expongamos nuestras cuitas
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