España 1, La Palma 0
Lo he dicho, y lo repito: de fútbol, como de otras muchísimas cosas, no sé nada. Y en cuanto a deporte en general, apenas se algo de oídas. Pero me gusta, y disfruto cuando España gana. Lo que sea. Un partido de futbol por la selección española como es el caso de ahora; el joven tenista Carlos Alcaraz que se está luciendo en las pistas de tenis y en estos momentos anda pisando, como el más joven en la historia de esta competición, la tercera ronda del Rolan Garros; la nadadora Mireia Belmonte en natación exhibiendo siempre su encantadora sonrisa; la joven Sandra Sánchez en karate;... Es decir, todo lo que suena a España. Y, como es lógico, hoy hay que celebrar la victoria de la selección española en futbol que la califica directamente para el mundial. Y espero que esta semana nuevamente la gran copa del Rolan Garros quede en manos españolas.
Pero no estoy tan contento con el comportamiento de España con sus ciudadanos de La Palma. No con la población civil, que está demostrando su capacidad de acudir en ayuda de quien lo necesita y lo está haciendo de las formas más diversas. De lo que no podemos estar contentos es de la acción de los políticos. Mucho viajar en Falcon para hacerse fotos, mucho prometer para volver toda la isla a su estado anterior de la broma del volcán de Cumbre Vieja, mucho acordar millones para esto y para lo otro..., pero lo cierto es que los palmeños siguen sin recibir cantidad alguna, apenas unas casas que se pueden exhibir como modelo pero no como solución, y, eso sí, el esfuerzo de los militares de la UME, junto a bomberos, policía y voluntarios.
No tienen dónde meterse y han pasado ya sesenta días; no tienen para comer si no es gracias a la ayuda desinteresada de la población de la isla y la península, no saben cómo se ha de plantear su futuro pues sus tierras han desaparecido. Y los que todavía conservan su casa, sus campos, los tienen llenos de cenizas, pues apenas se están limpiando algunas cubiertas para que no se hundan, pero con medios primitivos con palas y escobones, cuando desde hace tiempo tenían que estar actuando con medios mecánicos y más modernos para hacer una limpieza general de toda esa ceniza y llevarla al lugar en el que ha de permanecer por los siglos de los siglos.
¿Cuántas veces habrá que repetir que nuestras autoridades están jugando tramposamente su partida mientras dejan de lado la que tienen duramente planteada los españoles en muy diferentes tableros, entre los que están, fundamentalmente, la promoción de trabajo para que el país pueda levantarse y los españoles revivir; o el que inesperadamente ha surgido en La Palma, donde una población considerable se ha quedado a verlas venir y solo recibe visitas y promesas?
Si bien el 1-0 de la selección española de futbol nos alegró considerablemente, no podemos decir igual del comportamiento de nuestras autoridades que se han tomado con tanta alegría y desparpajo el gravísimo tema de La Palma. Toda la Administración del Estado debería estar volcada en solucionar los problemas allí surgidos, en lugar de estar buscando los revoltijos de los que se han de valer para sacar adelante sus propósitos...
...Por ello hoy nos acompaña un botijo antiguo, de estructura original, tallado y pintado a mano, pues nos parece que el gesto de la joven que aparece reflejada debe ser similar al de otras muchas de La Palma.