Estamos en el fango

Tenía razón Pedro Sánchez cuando hizo una referencia a que España estaba metida en un barrizal; pero se olvidó aclarar quién era el mastuerzo que la había sumido en la poza por la que, más o menos, todos andamos, sin que muchos se den cuenta dónde nos ha llevado. Pues este pájaro es capaz de convertir lo bueno en malo para apañarlo a sus necesidades, y lo malo en bueno para levantar la banderola del triunfo.

Pero no, él, Pedro, nos ha introducido a empujones en la charca en la que chapaleamos sin encontrar la solución para echarlo a la calle. Es capaz de dar la vuelta a lo que se le ponga por delante, pues es hábil en cambian las fichas, sacando de la manga la que en cada momento necesita. Lo está lanzando a los cuatro vientos en estos momentos en relación con Cataluña.

No quiere decir cómo lo quiere arreglar, pero sí trata de confundir a los separatistas para que no sepan si van a conseguir algo de lo convenido, les va a dar todo lo que pidan, les cortará hasta la ración de más dinero que piden con insistencia, o si va a sentar a Puigdemont en la Generalidad. Mantiene en la incertidumbre, sin preocupación alguna, al pájaro que se escurrió de dar la cara huyendo en el maletero de un coche, respecto a si lo pondrá al frente de la comunidad, si la amnistía llegará o no, y todo aquello que ha prometido y en no pocas oportunidades firmado.

A Pedro le da igual optar por una u otra solución según encajen en sus propósitos..

Él, Pedro, después de su reflexión durante cinco días, tras charlar un rato con su amor, Begoña, jura por sus muertos que la moza no tiene nada que ver con todas las cosas que la derecha y extrema derecha lanza para botarlo de La Moncloa y con ello deshacer todo el avance que ha proporcionado a España, consiguiendo la reducción del paro, que la economía en España vaya como un cohete, que está dotando de vivienda a todos los necesitados, que los precios de los alimentos y de todo lo demás no suben,... pues para eso hay que ser como él «el puto siervo al servicio de los españoles».

¡Osú, qué tío tan magnífico tenemos en el Gobierno! No se equivoca nunca, todo lo que hace es en beneficio de los españoles y de sus planes. Porque el progresismo nos lo ha metido con cohete junto con una harka de «intelectuales» que «no se pué aguantá». Con ellos ha conseguido transfigurar toda la organización del Estado poniendo esbirros bien remunerados al frente de cada institución, sicarios que le van barriendo el camino para que no tropiece las piedras que continuamente aparecen, pues, es de cajón, cuando se anda por los pedregales resulta difícil esté todo liso y sin mácula.

Pidamos al Creador que ponga, en ese camino por el trascurre la vida de Pedro, un buen puñado de adoquines para que tropiece, se rompa el báculo del progresismo, y se dé contra ese muro que él ha montado para separar una vez más las dos Españas.