Los machos al fogón
Publicado en el Nº 323 de 'Desde la Puerta del Sol', de 26 de junio de 2020.
Ver portada Desde la Puerta del Sol en La Razón de la Proa
De la igualdad pasamos a la mayoría de tías. Los machos iremos aprendiendo a cocinar por la tele –por cierto con más cocineros tíos que tías–, a limpiar de acuerdo con las indicaciones que dan los fabricantes de los productos –en cuya compra habrá que tener en cuenta si tienes más tíos que tías por si nos rebajan un poco el precio–, llevaremos a los niños al cole e –¡albricias!, igual nos podemos dar un ratito de ocio jugando un partido de fútbol en cualquier solar de las inmediaciones–, haremos las labores de la casa en toda su extensión y nos sentaremos a leer según el gusto; incluso, a lo mejor, podemos hacer un estudio para acrecentar nuestros conocimientos en alguna universidad a distancia si es que hay plazas para tíos.
Lo cierto es que esta chica, dentro de su ignorancia, es capaz de cambiar el mundo, por lo menos el de tontos que tiene a su alrededor, empezando por su compañero, que no tenemos definido si será un tío de fogones o un tío de poder ejercer solito las actividades que tiene encomendadas en el cargo que ocupa dentro del Gobierno de la nación.
Cuando consigamos echar a esta tropa del Gobierno habrá que hacer una limpieza profunda en la administración, en la legislación, en las prácticas y hasta en saber qué somos, si tíos en ejercicio de una de las actividades encomendadas naturalmente al hombre, incluso la participación en la reproducción de la especie, o hemos quedado confinados junto a los fogones. La verdad es que, si como santa Teresa dijo, también Dios está entre los fogones, a lo mejor hemos salido ganando.