Quién compra lo que no debe
No parece que el actual portavoz del Congreso, Héctor Gómez le haya salido a Pedro Sánchez tan ácido como lo era Adriana Lastra. Probablemente resultaba mejor compañero cuando por Canarias llevaba a cabo sus rutas ciclistas que en las comparecencias parlamentarias. Incluso en su perfil da la sensación de valer más para el palabreo dentro del ambiente canario, de donde lo ha importado el presidente, que en la capital del reino donde llegan las inclinaciones del hablar de todas las comunidades, que, elaborado, termina por convertirse al castellano más o menos estepario.
Tanto es así que, hace unos días, Pedro hubo que echar mano de la vicesecretaria general del partido, la anterior portavoz en el Parlamento, Adriana Lastra, para que, con la tranquilidad que la acompaña siempre que ha de soltar una memez, una estupidez, una mentira, un insulto, cuando ya no sabían qué decir sobre el falaz manipuleo llevado a cabo para conseguir la aprobación de la ley de reforma laboral, cosa que apuntaba no conseguían ni barriendo las más pequeñas partículas de representación en el hemiciclo con derecho a voto,
Sí, Adriana Lastra, sin ruborizarse, con la misma templanza de siempre, con el procaz gesto habitual, soltó que el PP se dedicaba a comprar la voluntad de los dos diputados de UPN que estuvieron a punto de hacerles perder la aprobación de la mencionada ley. Ella, la Lastra, como el Pedro y todo el elenco que lo rodea, lanzaban esa invectiva olvidando que su partido, el PSOE, compra todo lo que precise, venga de donde venga y cueste lo que cueste, para mantenerse en lo más alto del pedestal nacional, y en este caso se hizo, por ese procedimiento, con el voto de prácticamente todas las minorías.
Y así consiguió vencer en el embate por la modificación de la ley laboral con la ayuda de Unidas Podemos, Ciudadanos, PdCAT, Más País, Compromis, PRC, Teruel Existe, Coalición Canaria y Nueva Canaria, quedándose fuera, en esta ocasión, el PNV y Bildu (a pesar de que Pedro está concediéndoles todo lo que piden sobre los presos de ETA y otras bagatelas), y ERC, Junts y CUP (pues, al parecer, además de liberar a los presos condenados por las actuaciones para la declaración de la república catalana, están pendientes de recibir todo lo que exigen para ir adelantando la independencia que no consiguieron en el anterior intento).
La desvergüenza del PSOE no alcanza límites, les da todo igual. El caso es conseguir lo que apetecen. Con ello han alcanzado la mayor corrupción conocida en la España de todos los tiempos. Lo que hace difícil enderezarlos malos modos salvo que, de forma decidida, la lleven a cabo todos los españoles de bien de forma decidida. Lo que esperamos pueda tener lugar en un tiempo más o menos breve.
De momento, como recuerdo de que las cosas se pueden mantener desde las aportaciones de los fenicios al día de ayer, si en ello hay empeño, traemos un botijo que el alfarero ha dado personalidad con la simple y modesta decoración en su parte superior.