Los guirizombis

Se trata de los guirizombis: guiris que caminan todos juntos como acarajotados y desparramados por las calles y plazas más céntricas.

​​​​​Publicado en primicia en la sección opinión del digital Sevilla info (23/OCT/2023), posteriormente recogido por La Razón de la Proa (LRP). Solicita recibir el boletín semanal de LRP.

Hace tiempo que los zombis se pusieron de moda protagonizando todo tipo de aventuras en los más variados e insospechados ámbitos de series y películas: desde los más festivos hasta los más truculentos, y quizás en sintonía con la macabra y mortuoria fantasía de la fiesta de Halloween.

Pero existe un tipo de zombis que, sin ser esencialmente muertos vivientes, reúnen algunas de sus características cuando aparecen en masa por ciudades con indudable atractivo turístico. Se trata de los guirizombis: guiris que caminan todos juntos como acarajotados y desparramados por las calles y plazas más céntricas, siguiendo a alguien que enarbola un paraguas o un banderín.

Aunque en su favor hay que decir que no atacan a nadie y se limitan a fotografiar todo lo que ven a través de sus teléfonos móviles, cuando se desplazan tienden a desplegarse en orden de combate turístico, de modo que ocupan todo el ancho de la calle o plaza sin dejar pasar a nadie por allí, ni hacer el mínimo ademán de permitirlo, transformándose en un muro humano infranqueable.

Y es entonces cuando surgen las dudas… ¿Se comportan también así en las ciudades donde residen y de donde proceden, o esa caraja les brota nada más pisar nuestro suelo? ¿En esas sus ciudades de origen sólo cabe caminar por las calles en un único sentido? ¿Existe allí la ley física de la impenetrabilidad de los cuerpos?

Irresolubles dudas metafísicas que provoca el toparnos con nuestros queridos guirizombis.



La Razón de la Proa (LRP) no se hace responsable de las opiniones publicadas, son los autores firmantes los únicos que deben responder de las mismas. LRP tampoco tiene por qué compartir en su totalidad el criterio de los colaboradores. Todos los artículos publicados en LRP se pueden reproducir libremente siempre que se indique su procedencia.
Recibir el boletín de LRP