Retirada del apoyo al Gobierno, ya
Tras conocer que fueron espiados por el CNI, previa autorización judicial, varios jerarcas catalanistas separatistas, el presidente de la Generalidad, Pere Aragonès i García (el apellido que más abunda en Cataluña) ha estallado diciendo que la situación es muy grave.
Y lleva toda la razón. ¡Ya está bien de atentar contra la sagrada intimidad de los líderes nacionalistas secesionistas que se caracterizan por su respeto y lealtad al orden constitucional y por el puntual cumplimiento de las sentencias judiciales! Pero ya pasó el tiempo de las peticiones de simples responsabilidades políticas, de ceses y dimisiones...
Ante esta nueva y definitiva ignominia por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, la única salida coherente para tan leales compañeros como son los separatistas catalanistas, es la retirada del apoyo parlamentario a su gobierno, por mucho que esto duela.
Y por mucho que ello pudiera derivar en un proceso que abra elecciones generales anticipadas en las que, según aventuran malditas encuestas, se darían unos resultados negativos para las fuerzas de progreso: socialcomunistas, secesionistas y filoetarras, que sostienen al gobierno actual.
La política de altos valores es así y exige estos supremos sacrificios. Ante un atentado al honor del calibre que supone la cochinada esta de los espías, no cabe otra que jugársela.
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