Hispanoamérica
Sólo diré que el documental me ha parecido una verdadera joya, con una espectacular realización al servicio de un excelente guion... son el mestizaje –es la única civilización mestiza que hoy existe–, el catolicismo como gran factor religioso y cultural, y la lengua española.
Publicado en primicia en el digital Diario de Sevilla (25/ABR/2023) y posteriormente por la revista El mentidero de la Villa de Madrid (9/MAY). Ver portada El Mentidero en La Razón de la Proa (LRP) Recibir el boletín de LRP.
Sobre Hispanoamérica ha escrito aquí tan brillante y atinadamente como suele otro buen amigo, Enrique García-Máiquez, quien por cierto ingresó este viernes en Buenas Letras como correspondiente por su luminoso El Puerto de Santa María, así que ¿qué voy a decir yo, pobre de mí, rodeado ya como me veo en esta columna por monstruos de las letras, el periodismo, la historia y la cinematografía? Pues sólo diré que el documental me ha parecido una verdadera joya, con una espectacular realización al servicio de un excelente guion. No hay necesidad de coincidir al cien por cien con las opiniones y juicios sobre casi todo lo divino e hispano que allí vierten varias decenas de historiadores, antropólogos, artistas, frailes, periodistas, pensadores, lingüistas, folkloristas, líderes sociales y un largo etcétera de representantes de un mundo que efectivamente está pero que muy vivo y que el documental intenta presentar bajo el prisma de una mirada amorosa, esperanzada y liberadora.
Tráiler de Hispanoamérica, canto de vida y esperanza, que continúa en cartelera como el documental más visto del año en cines y una de las películas españolas más taquilleras en lo que va de año.
La hispana se nos aparece como esa gran civilización que no ha llegado a cuajar aún, a pesar de sus poderosísimos cimientos. Esos cimientos, como se repite en el documental, son el mestizaje –es la única civilización mestiza que hoy existe–, el catolicismo como gran factor religioso y cultural, y la lengua española. Con esos mimbres la historia tejió durante más de trescientos años una fascinante realidad común, antes inexistente en una América que carecía de cualquier clase de unidad, que dos siglos de desencuentros, siembra de odio y desprecio, autonegación y falseamiento interesado de la historia, no han podido apenas arañar. Si pueden, no se lo pierdan.