Comer carme

11/ENE.- Sí, estamos hablando de una auténtica campaña de demonización de la ganadería con el objetivo de irnos "metiendo por el aro" de consumir carne sintética.

Con independencia de opiniones cuñadistas y/o partidistas, con independencia también de que el ministro Garzón sea tonto de baba, resulta recomendable el consumo moderado de carne así como la optimización de sus métodos de producción. 

Primero por una cuestión elemental de salud, segundo por una cuestión ambiental (pues la generación de gases contaminantes, purines, etc., tienen un impacto severo en la atmósfera y los recursos hídricos, más aún en un país ya con más cerdos que personas como hoy España) y tercero por una cuestión de mejora en las condiciones de cría del propio ganado estabulado (cuyo hacinamiento en macrogranjas no es precisamente lo mejor). 

Otra cosa muy distinta es lo que realmente subyace a tal polémica (una polémica que, por ejemplo, no se ve con la industria textil, harto contaminante cara al medio ambiente ━hablamos del 20% de las aguas residuales globales y del 10% de las emisiones globales de carbono━ amén de más explotadora para con los trabajadores en comparación a la industria ganadera), pues con la excusa de lo anterior existen planes para nada altruistas con el bien común.

Sí, estamos hablando de una auténtica campaña de demonización de la ganadería con el objetivo de irnos "metiendo por el aro" de consumir carne sintética (la carne de buena calidad quedará, naturalmente, de manera exclusiva al alcance de las élites) previa expulsión de los ganaderos y agricultores de sus tierras, liberalización de éstas para que caigan en manos de las trasnacionales agrícolas y ganaderas y agrupamiento de la población en macrourbes.

No, no está tan lejano el día en que el hecho de comer carne sea algo poco menos que revolucionario para el pueblo: de hecho, ya en los Países Bajos se tiene previsto subvencionar a las ganaderías que cierren, en Alemania la izquierda y los verdes reclaman subir el IVA de la carne o la UE en su conjunto ha anunciado que reducirá las ayudas para la promoción de la carne roja.

Por tanto, mucho cuidado, porque en esta cuestión (como en casi todas en los últimos tiempos) cuando la "izquierda caniche" apela a la ideología, en realidad lo está haciendo a la economía, para no variar, a la economía que beneficia al Gran Capital financiero.


NB. - Bill Gates lleva tiempo reclamando a las naciones ricas que coman carne sintética y apuesta por "forzar" su consumo. El multimillonario es un gran inversor de empresas de carne artificial (caso de 'beyondmeat', que creció hasta un 859% en bolsa y para 2025 se espera que incluso duplique su valor) y un gran propietario de tierras en EEUU. Igualmente, en el Foro de Davos se aprobó la sustitución de la carne de res por carne sintética, siempre de acuerdo con esa Agenda 2030 que busca un cambio en los parámetros de consumo global, acorde a los intereses de las corporaciones y multinacionales.



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