Tiempos de mentira y desintegración

2/JUN.- Ocurre que a estas alturas, ¿dónde ha quedado nuestro sentido común? ¡No digamos ya nuestro espíritu crítico!

Los actuales son tiempos preñados de una propaganda sistémica de tan baja estofa ⎼da igual que sea acerca del conflicto en el Este de Ucrania, la covid, la inflación o los incidentes ocurridos en el estadio de Saint Denis con motivo de la final de la Copa de Europa de fútbol⎼ que bastaría con aplicar el sentido común para desenmascararla.

Ocurre que a estas alturas, ¿dónde ha quedado nuestro sentido común? ¡No digamos ya nuestro espíritu crítico!

Pues hoy preferimos que sean expertos catódicos, gacetilleros hemipléjicos, políticos embusteros o influencers ególatras quienes piensen por nosotros, cuando la inmensa mayoría de los mismos sólo son cómplices necesarios de la gran mentira que domina el tiempo presente.

Y es que el Sistema que padecemos conlleva tal grado de falacia que precisamente por ello necesita de nuestra manipulación absoluta, idiotización perpetua, atomización total, deconstrucción definitiva... borrándonos así poco a poco cualquier atisbo de ser lo que en puridad somos: criaturas portadoras de valores eternos en tanto en cuanto creadas a imagen y semejanza de Dios.

Al respecto, si la modernidad supuso el punto de partida para liberarnos de lo que entonces se empezaron a considerar ataduras colectivas (comunidad, familia, religión, etc.), todo apunta a que la postmodernidad culminará aquel inicuo proceso desintegrándonos como individuos (dictadura mundialista y/o transhumanista mediante).

Si antes no lo remediamos, claro.




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