El Señor del Tiempo

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español en funciones, hasta que las urnas colocadas el próximo 10 de noviembre [*] confirmen si las previsiones del CIS amigo responden o no a criterios de la ciencia estadística, quiere convertirse en el Señor del Tiempo, desplazando al Supremo Hacedor de tal función.

[*] Se recuerda que este editorial fue publicado en noviembre de 2019,
reeditado en septiembre de 2023 al recuperar parte de su vigencia.

En efecto, su acción se extiende al pasado, que manipula a su antojo, revertiendo los hechos históricos que no le son gratos, y, lo que es peor, intentando convencer a los españoles que aquello fue así y no de otra manera; para ello, cuenta, claro está, con la infumable Ley de Memoria Histórica y con las cámaras de Rosa M.ª Mateo y las de emisoras afines.

Por supuesto, también interviene el presente, pero no al modo que lo haría cualquier gobernante, sino con constantes golpes de efecto demagógicos que le resulten rentables, pero sin acudir jamás a una manera auténtica de gobernar, haciendo frente a los graves problemas, desde el paro galopante de tres millones de españoles a la desafección hacia la unidad y la propia existencia de España, que se extiende por doquier, como una pandemia separatista.

Entre en sus planes, cómo no, controlar el futuro, pero ahí lo tiene más difícil; en primer lugar, porque a sus innegables dotes de maniobrero y demagogo la naturaleza no le ha añadido en absoluto las de estadista; en segundo lugar, porque la soberbia casa mal con la inteligencia previsora que se puede esperar de un dignatario político de nuestro mundo occidental.

Señor del Tiempo o prestidigitador de teatro de variedades, con abundantes trucos de tramoya; lástima que el conejo se obstine en no salir de la chistera y la dama ⎼que se llama España⎼ encerrada en su caja mágica pueda resultar seriamente atravesada por los sables y morir en plena actuación.