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Menos escandalizarse, señores
La derecha anda escandalizada, y con ella toda España, por las conversaciones del PSOE (otro PSOE, en recientes palabras de Alfonso Guerra) con los separatistas de ERC, de JxCat y del celestinesco PNV.
"La genuflexión de Sánchez ante los secesionistas reproduce exactamente el mismo gesto que practicaron todos sus antecesores en el cargo"
Sánchez ha abierto un doble frente: sentarse en una mesa de diálogo, de gobierno a gobierno para resolver el supuesto conflicto político y enviar a los mandamases de UGT y de CCOO a la cárcel de Junqueras, para que el preso en cuestión ordene a sus subordinados que faciliten la investidura de ese gobierno progresista.
- De momento, el siniestro tándem Sánchez-Iglesias empieza a lanzar las campanas al vuelo, pero los separatistas, cual damiselas que se hacen de rogar, se muestran reticentes, por lo menos de cara a la galería; es lógico: van a exprimir el limón todo lo que puedan y más, haciendo omisión de las palabras del presidente en funciones a los españoles acerca de que todo se hará dentro de la legalidad constitucional; vamos, para fiarse…
Nosotros no nos sumamos al escándalo, y la razón es bien sencilla: la genuflexión de Sánchez ante el secesionismo es exactamente la misma que la practicaron, en circunstancias si se quiere menos llamativas, todos sus antecesores en el cargo; sin excepción, todos los ejecutivos del PP y del PSOE acudieron a la búsqueda de votos de quienes no se sentían en absoluto españoles y conspiraban contra la unidad nacional, para consolidar gobiernos en minoría.
- No es ahora el momento de entrar en el tema del absurdo de una ley electoral que pone en manos de los nacionalismos insolidarios la formación de gobiernos españoles (a cambio de concesiones, dádivas y ocultación de desafueros), ni de abogar por una jurisdicción única en los comicios, porque sería una carta a los Reyes (Magos) en estas circunstancias.
Limitémonos a señalar la paradoja de que todos los presidentes que han ido cambiando el colchón de La Moncloa han actuado de la misma forma. Y el escándalo se produce, precisamente, en vísperas de los festejos del aniversario de una Constitución que es la que ha posibilitado estas situaciones esperpénticas.