En una misma dirección

Nuestra revista La Razón de la Proa va a cumplir dos años de existencia este próximo mes de febrero. Si tenemos que hacer balance y resumir las notas que la han caracterizado, podríamos decir que con la constancia, el buen hacer y el servicio.

Sobre lo primero, la prueba fehaciente está en este aniversario que nos apresuramos a celebrar, en contraste con la vida de otras publicaciones que se han visto truncadas en su carrera inicial, sea por falta de medios (mal endémico y conocido), sea por desilusión o dejadez de sus promotores.

Sobre lo segundo, pueden dar fe nuestros lectores ━en creciente aumento, por cierto━ pues, en nuestro caso, a la profundidad de los textos publicados, se une una muy adecuada utilización de los medios que ofrece el mundo informático, y no es echarnos flores añadir que su confección está en manos expertas.

Y, en cuanto a lo tercero, la prueba está en nuestro abanico de publicaciones afines. La Razón de la Proa se hace eco continuamente, del día a día de muchos esfuerzos ilusionados: Desde la Puerta del Sol, Desde mi campanario, Lucero, Trocha, El Arca Nacional, Somos, La Gaceta de la Fundación José Antonio, Cuadernos de Encuentro, Memoria Azul y Nuestra Primavera, Boletín Doncel, publicaciones vinculadas a Ademán, y Coro San Fernando…, además de firmas personales de reconocido prestigio y calidad.

No buscamos unanimidades, sino un común denominador, que no es otro que la reflexión y la pasión por España y su futuro, a la luz de lo esencial del pensamiento joseantoniano.

Conscientemente, cumplimos el servicio de altavoz y de reduplicación de esfuerzos, y hemos puesto La Razón de la Proa a disposición de todos, ilusionados con aquel proyecto llamado Foro Sigüenza, en honor del símbolo del Doncel.

Como todos saben, el título de la página está entresacado de un poético texto de José Antonio, que nos dice que la proa siempre tiene razón frente a las bandas de babor y estribor, porque apunta a un puerto y se guía por las estrellas. Nosotros hemos añadido, en una sección recientemente incorporada, La Cofa, El Mástil y La Proa, desde donde se divisa algo del panorama exterior (mediante una selección de titulares de prensa). Y, lo más importante, la conciencia de que todos debemos remar en una misma dirección, a riesgo de que los esfuerzos terminen siendo baldíos.

Nuestro campo de acción es el cultural, no el estrictamente político, que corresponde a la tarea de los partidos; y, así, sin sentar cátedra ni formular programas, ofrecemos datos para entender los problemas de hoy y ofrecer, humildemente, respuestas para el mañana.

Los servicios se prestan ━por propia definición━ sin esperar nada a cambio ni recompensa alguna; así lo aprendimos y así lo practicamos. Posiblemente, en tiempos futuros, veamos con alegría que el servicio ha fructificado, que La Razón de la Proa es considerada por todos como su página, su publicación por excelencia, su instrumento preferido, y una poderosa corriente de opinión, confluyente en lo esencial, nace y se extiende por toda España y se proyecta sobre un marco social que aún desconoce nuestras ideas.