HUELLAS DE NUESTRO PASO
Aquellos flechas navales del crucero Baleares.
Humilde homenaje a los nueve flechas navales caídos en combate en la batalla del cabo de Palos el 6 de marzo de 1938.
Publicado en el boletín núm. 33 de Mástil Digital, de Febrero de 2015. Editado por la Hermandad Doncel. Ver portada de Mástil Digital en La Razón de la Proa (LRP). Recibir actualizaciones de LRP.
Aquellos flechas navales del crucero Baleares
Generalmente, cuando oímos o leemos la palabra flecha, nos viene a la imaginación la figura de un niño sonriente y divertido, vivaracho y despierto, capaz de ingeniosas travesuras.
La denominación de los benjamines de la Falange se debe, precisamente, a Manuel Hedilla, quien estimó que los niños que se iban encuadrando progresivamente en el movimiento falangista no debían definirse con el término extranjero balillas, como se les denominó en los primeros momentos.
A principios de 1937 ya había hecho fortuna el nuevo nombre: flechas. Tanto es así que, durante generaciones, la canción festiva infantil más popular y cantada en España fue Un flecha en un campamento, tonadilla humorística, pegadiza, que hacía las delicias de los peques; sobre todo cuando se viajaba en tren, autocar, o se marchaba en comitiva.
Pero, no siempre esa denominación fue asignada a los benjamines de las organizaciones falangistas. Hubo un tiempo, al principio de la Guerra de Liberación, que los mozalbetes de 14-17 años también ostentaban ese sonoro y aguerrido nombre.
Eran los Flechas Navales. Unidades de voluntarios que, después de haber seguido un proceso formativo sobre alguna especialidad náutica (telegrafista, señalero…) en escuelas propias de Juventudes, se incorporaban a la Armada para realizar las prácticas correspondientes durante un tiempo limitado.
Quiso el destino que el día 6 de marzo de 1938, en el momento de producirse el impacto de varios torpedos en el costado de babor del crucero Baleares, estuvieran a bordo del mismo, como miembros de la tripulación, doce flechas navales.
A causa de la explosión murieron inmediatamente ocho de ellos y, un noveno, que fue recogido como náufrago murió, ya llegado a tierra, en un hospital de Palma de Mallorca, como consecuencia de las penalidades sufridas durante el naufragio.
El impacto emocional en la retaguardia, al conocerse la muerte en combate de estos jovencísimos marineros, fue muy grande. A partir de entonces los flechas navales ya no hicieron más sus prácticas en buques de guerra operativos.
Poco después de un año del trágico hundimiento del Baleares, en recuerdo de todos los caídos en el suceso, y, especialmente, por nuestros flechas, se celebró un emotivo acto. En efecto, la tarde del 8 de julio de 1939, en el mismo sitio donde se había hundido el glorioso buque, una representación de flechas navales de escuelas de toda España rendía homenaje al heroico crucero. La escueta prosa del Diario de Puente del Ciudad de Alicante lo registró así:
- Al estar en la situación en que se hundió el glorioso crucero nacional “Baleares”, paramos la máquina, tirando al mar unos ramos y cruces de flores, cantándose por los Flechas Navales la “Oración de la Marina”, canto que fue acompañado por las bandas de cornetas y tambores, y después el himno de la Falange, acto que resultó de una emoción indescriptible. Terminado tan piadoso recuerdo en memoria de nuestros Caídos, reanudamos el viaje con tiempo espléndido, soplando ligera brisa del S.E. y mar llana. (1)
Pero el recuerdo de nuestros flechas que, durante los primeros tiempos, en la inmediata trasguerra, estuvo vivo y latente, poco a poco se fue apagando como una lamparilla de aceite.
En estos tiempos actuales ya nadie se acuerda de ellos –salvo alguna posible excepción–, pero nosotros, miembros de una hermandad que se enorgullece de abrazar a todos los que se identifican con el Frente de Juventudes, nosotros, sí nos acordamos.
Sabemos que el día 6 de marzo –poco después de que “canten los gallos alborozados”– se cumplirá el 77 aniversario del acceso de nuestros flechas navales al Lugar del refrigerio, de la luz y de la paz, como dice la tradicional oración juvenil por los Caídos.
Sirvan, pues, estas líneas y nuestras plegarias como homenaje a nuestros caídos Flechas del Mar.
(1) Transcrito del artículo En recuerdo del “Baleares”, firmado por nuestro camarada Juan Antonio Sánchez Bustamante y Páez (+) y publicado en Solidaridad Nacional el 4 de marzo de 1947.
Para saber más sobre la batalla del cabo de Palos (1938). Wikipedia