OPINIÓN
"Palabras para un fin del mundo".
El supuesto asesinato de Unamuno, calculado con apariencia de muerte natural, a manos de un "funcionario falangista" a las órdenes de Millán Astray, parece fantasía de novela barata.
Publicado en la revista Gaceta de la FJA, núm. 347, AGO/2021. Ver portada de la Gaceta FJA. en La Razón de la Proa (LRP). Recibir actualizaciones de LRP (un envío semanal).
Palabras para un fin del mundo.
En La 2 de TVE, el 23 de junio, se difundió el largo documental de Manuel Menchón, sobre Miguel de Unamuno Palabras para un fin del mundo. En esencia y líneas generales, trata de profundizar en el odio y manipulación acerca de las causas del alzamiento militar del 36. Se centra, especialmente al final, en el cerrilismo de algunas frases fuera de contexto sobre Millán Astray y en el tratamiento atrabiliario y demagógico de la Legión: reiteración de la famosa instantánea de la exhibición de las cabezas cortadas a los rifeños africanos (que no eran, por cierto, hermanitas de los ancianos desamparados).
Se nos presenta a Unamuno como un pensador esencialmente republicano, secuestrado por el Alzamiento y los francofalangistas. Creo que su auténtico carácter y pensamiento, lleno de contradicciones, aparece desdibujado y eclipsado por los elementos apriorísticos de los que parte el guion. Y se soslaya la relación de don Miguel con José Antonio y su presencia entusiasta en el mitin que éste pronunció en Salamanca.
Sobre las supuestas especulaciones del asesinato de Unamuno por un "funcionario falangista" a las órdenes de Millán Astray (el profesor onubense Bartolomé Aragón), casi toda su especulación de la trama se basa en la "inmediata publicación" del texto de Aragón, con prólogo de Ramos Loscertales, que es una elegía muy sincera de don Miguel (la que entonces, según Menchón, sería una desinformación evidente) y en la "soledad cómplice" de la muerte y la falta de autopsia del cadáver.
En mi entrevista con Bartolomé Aragón (8 de abril de 1986), para obtener datos en la confección de un guion de encargo de TVE, de la que no saqué demasiada información, recuerdo lo más importante: su amabilidad y la entrega del texto citado en el documental (Síntesis de economía corporativa, de 116 paginas), con una muy cariñosa dedicatoria a mi persona y al encargo de guion para de TVE-2.
La tesis del documental: el asesinato calculado con apariencia de muerte natural, a manos de Bartolomé Aragón, parece fantasía de novela barata. El personaje que conocí entonces, me pareció en todo caso anodino. Su supuesto falangismo no tiene raíz alguna. El argumento de haberse escrito previamente un prólogo elegíaco, supuestamente de forma premeditada, a un opúsculo, para publicarlo a las dos semanas de su fallecimiento (16 de enero de 1937) es una especulación fantástica que no se sostiene. Este dato, basado en la fecha que figura en el prólogo de Ramos Loscertales, catedrático de la Universidad de Salamanca, no demuestra que el texto se publicase en esa fecha tan reciente, y no es siquiera indicio para inventar una trama conspiratoria tan rebuscada.
En esencia, el documental de Menchón parte de premisas prestablecidas: antifascismo visceral, el maniqueísmo de una República idílica y unos conspiradores que sólo asesinaban como alimañas a sus oponentes. El juego de los simbolismos al estilo del montaje intelectual soviético (Pudovkin, Eisenstein, Kulechev...) es muy explícito.
Como programador de ficción de TVE, en 1986, se me encargó un guion biográfico dramatizado, destinado a TVE-2, para conmemorar el cincuentenario de la muerte de Unamuno. Trabajé meses en su confección. Gustó a casi todos los que lo leyeron. Se aprobó un presupuesto y un equipo. A punto de empezar a localizar los rodajes por el realizador (Antonio Castro), con un plan de producción, etc... el proyecto fue prohibido por el equipo del PSOE de entonces (casi al final de la etapa Calviño, padre). Se produjo inmediatamente otro guion, patrocinado por la familia Unamuno. Pasó sin pena ni gloria.
Ahora las cosas han cambiado. Un guion políticamente correcto en línea Sánchez. Medios y recursos importantes aportados por TVE. Incluyendo una buena campaña de marketing y promoción de los autores del descubrimiento del "asesinato por encargo" de don Miguel a manos de un probo funcionario. Un funcionario al que circunstancialmente conocí y que me pareció un alma cándida. Evidentemente nunca vi que Bartolomé Aragón llevase en su fisonomía las señales que el científico criminólogo Cesare Lombroso (Verona. 1835-1909) destacaba en los criminales natos. Claro que este reconocido investigador era italiano y Aragón acababa de estudiar el éxito del corporativismo fascista de Mussolini. Son cosas siempre que, en la actualidad, resultan ser muy peligrosas. Y acusar a alguien de asesinato sale de balde.
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Se advierte sobre su antifascismo visceral, el maniqueísmo de una República idílica y del juego de simbolismos al estilo del montaje intelectual soviético.