La Universidad Nacional Obrera, el irrealizado proyecto educativo del SEU para los trabajadores

Transcripción del audio:

Proyecto irrealizado, y totalmente desconocido, del Sindicato Español Universitario para la formación educativa de las masas obreras, la Universidad Nacional Obrera constituyó una de las ideas más revolucionaria de las planteadas en el Primer Consejo Nacional del SEU y confirmada en el segundo celebrado en diciembre de 1935.

Las elecciones de Febrero de 1936, la persecución a la Falange, que la siguió en la Primavera Trágica del 36, y el comienzo de la guerra, dieron al traste con la puesta en práctica de este proyecto que tenía como objetivo la educación, alfabetización y culturización de los obreros que no podían o no habían podido asistir a la Universidad por razones puramente socioeconómicas y laborales.

En un entorno social y político en el que el marxismo veía la proletarización de los trabajadores como motor de la lucha de clases y la inculturación de las masas como uno de los resortes para el enfrentamiento de clase, al proponer la formación educativa como anhelo, y en el que la derecha interpretaba la práctica de la caridad social como un sustituto de la necesaria justicia social, la Falange universitaria apostó por un proyecto educativo revolucionario.

La propuesta fue llevada por los representantes universitarios del sindicato de Valladolid al Primer Consejo Nacional del SEU celebrado en Madrid en abril de 1935. De acuerdo con lo escrito por David Jato, en su libro La rebelión de los estudiantes, fue un joven José Antonio Girón el promotor de la propuesta, que fue admitida por el Consejo y que se iría desarrollando hasta el Segundo Consejo Nacional, que se celebraría en diciembre de 1935, tal y como se iría detallando en el órgano oficial del sindicato (Haz).

La organización de la Universidad Nacional Obrera proponía a estudiantes y profesores universitarios, adscritos o no al SEU, formar equipos educativos que pudieran formar tanto en Ciencias como en Letras a los obreros que no podían alcanzar los estudios superiores, de manera que ninguna mente privilegiada o capaz se perdiera y aprovechar así su capacidad creadora y constructiva para bien de la patria.

Quizás las universidades laborales gestadas ya en el franquismo, durante la presencia de Girón en el Ministerio de Trabajo, para la formación de los trabajadores, tuvieran su base en aquel proyecto inacabado y poco conocido de la Universidad Nacional Obrera del SEU, nacido del idealismo revolucionario ━estudio y acción━ de unos jóvenes estudiantes falangistas. Nunca lo podremos saber, además esa ya es otra historia.

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