EDITORIAL
Elecciones en Castilla y León.
El fracaso de casi todos los partidos nacionales. Por lo demás la jornada electoral, tanto antes como después, ha sido una copia de cualquier otra.
Publicado en el núm. 7 de El Arca Nacional, de 16 febrero de 2022. Editado por Somos la España en Marcha. Ver portada de El Arca Nacional en La Razón de la Proa (LRP). Para recibir actualizaciones de LRP.
Planteó el líder del PP castellanoleonés Fernández Mañueco las elecciones del pasado 13 de marzo para poder gobernar solo y librarse de Ciudadanos. Lo primero ha sido un fracaso absoluto, se ha lucido, y de Ciudadanos se ha librado todo el mundo ya que solo ha obtenido un procurador pasando de 12 a 1.
En España los partidos de centro nunca han sido duraderos. Sus deseos de ser bisagra entre izquierda y derecha no cuajan a pesar de que en momentos puntuales pueda ocurrir lo contrario, como es el caso de Andalucía, aunque ya veremos lo que dura.
En la transición del franquismo a la democracia, la extinta Unión de Centro Democrático (UCD) no tuvo vocación de bisagra, representando en vez de un centro puro y duro a un centro derecha con vocación de mayoría. Como todo el mundo sabe acabó como el rosario de la aurora.
Para el PSOE, en estas elecciones de Castilla León, se trataba de aprovechar una nueva oportunidad para quitar el poder al PP. Otro fracaso, ya que el PP gobierna la región desde 1987, aquella vez estando José María Aznar a la cabeza de la comunidad contando con la colaboración de Centro Democrático y Social (CDS), que es otro ejemplo de centrismo frustrado.
Unidas Podemos, partido de ámbito nacional aunque difícilmente se le puede calificar de españolista, ha fracasado también al obtener solo un procurador. En 2019 obtuvo dos, y eso que esta vez se presentaba junto a Izquierda Unida. Decididamente, y felizmente, está en declive.
Solo VOX ha tenido un crecimiento considerable debido en nuestra opinión a tres hechos fundamentales:
- En primer lugar porque hay mucho hartazgo con el PP, que es de mucho prometer y poco cumplir, teniendo un comportamiento que a estas alturas de vigencia de nuestra constitución y de democracia es poco aceptable. Es seguidista con la izquierda, transige y da por buenas muchas cuestiones que cada vez más personas no aceptan, como por ejemplo la ley de memoria histórica, el lenguaje inclusivo o la desigualdad ante la ley que provoca las situaciones de violencia de genero.
- En segundo lugar su defensa sin fisuras del españolismo, que no decimos pueda ser un tanto superficial, pero que en definitiva cala en quien se siente agredido por el comportamiento del PSOE, aliado de separatistas y podemitas.
- Por último, su mensaje y propuestas de necesaria inversión y reindustrialización contra la paulatina despoblación de la región castellanoleonesa, que en el año 2021 ha perdido alrededor de once mil habitantes. Esa disminución de la población está íntimamente unido al vaciamiento de muchas localidades, que ven como año tras año su índice de natalidad ha descendido notablemente, e inclusive desaparecido, sobre todo en pequeñas localidades.
Habrá que ver si VOX entra en el gobierno autonómico y, caso de que tenga responsabilidades de gobierno, comprobar hasta qué punto podrá llevar adelante su programa. Como cosecha nuestra añadimos que sería bien visto cierto giro social planteando políticas favorables a trabajadores y personas desfavorecidas.
Por lo demás la jornada electoral, tanto antes como después, ha sido una copia de cualquier otra. El sistema es así. Antes muchas promesas, después escasos cumplimientos y sobre todo análisis electorales que cada cual arrima a sus intereses.
Los dos grandes partidos nacionales han expresado su opinión: el PSOE diciendo que el PP ha dado alas a la extrema derecha; el PP que gobernará solo, lo que es imposible. Sin embargo nos ha llamado la atención que tanto Ciudadanos como Unidas Podemos han reconocido sin paliativos su derrota ¿estará cambiando algo? Nos tememos que no. Si dicen lo contrario, o se inventan cualquier excusa, la mentira sería monumental y el cuento justificativo que digan política ficción.
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