Nosotros, los hispanos
Publicado en Gaceta de la FJA, núm. 348, de septiembre de 2021.
Ver portada de Gaceta Fund. José Antonio, en La Razón de la Proa (LRP).
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En estas olimpiadas, algunos comentaristas, se referían a equipo español como “los hispanos”, lo que causa cierta sorpresa, porque en nuestra lengua pues ese apelativo suele estar reservado a los miembros de los países de lengua española... Pero creo que es muy acertado.
Hace mil años, como teniente médico de un buque español, en la gran base naval de Norfolk (Virginia), al trasladar a un marinero lesionado al hospital, el colega me preguntó: Where are you from?, a lo que respondí We are spanish; y continuó “from Puerto Rico; from Cuba; from Venezuela..? Se lo aclaré: “spanish from Spain”. Y cambió de actitud. Y es que para los “usacos” todos nosotros, los de las veintidós naciones de habla española somos hispanos... y orgullosos de serlo.
En otro viaje, en el mismo año, otro entrañable teniente médico atravesaba con su destructor el canal de Panamá de vuelta a España desde la otra gran base del Pacifico, en San Diego (California). Él, apoyado en la borda contemplaba la curiosa maniobra, cuando uno de los operarios de tierra, un negrazo panameño le preguntó también ¿de dónde son ustedes?, a lo que mi amigo el teniente José Antonio, le contestó “de España”. Y el panameño, quitándose el gorro gritó ¡Viva la Madre Patria! Gran emoción.
“Lo hispano” incluye, naturalmente “lo portugués”, porque el origen del vocablo Hispania representaba, en época romana original, a toda la península ibérica. Lo que no es adecuado es denominarnos latinoamericanos, neologismo impuesto por los franceses en su aventura mejicana, y que, obviamente, no aplican a la provincia francófona de Quebec, en Canadá.
Nosotros, los hispanos, síntesis de razas y culturas, somos un símbolo del mestizaje, originado en nuestra historia europea, con múltiples aportaciones de tribus aborígenes, de fenicios, cartagineses, romanos.., ocho siglos de árabes y continuadas durante cuatro siglos en América, con innumerables matrimonios mixtos. Y en venturoso viaje de ida y v vuelta, con cientos de miles de hispanos americanos, viviendo y conviviendo con hispanos europeos. Sin olvidar nuestra añorada Hispanoasia.
Ese constituye un auténtico sentido de “integración”, tan alejado del sentimiento racial excluyente iniciado con el Myflower en el mundo anglosajón. Allí ⎼y aquí⎼ están nuestros proyectos sugestivos. Para futuros inasequibles al desaliento. Lo difícil lo hace más atrayente.