'Trescientos muertos'
Un día más, la cifra de muertos –con pequeños altibajos– se repite... La opinión pública, adormecida por la reiteración de las cifras de víctimas, y ciega porque no han podido contemplar las caras marmóreas, y desencajadas, que son ‘secuestradas’ a una población a la que se le adormece con televisión, con subsidios y con pan y circo, impidiendo contemplar su patético aspecto.
El nuevo sesgo de las políticas globalizadoras “casi” parecen complacerse de esa terrible cifra diaria de fallecidos que puede contribuir –según ellos– a la defensa del planeta Tierra, al que consideran excesivamente poblado y peligrosamente acosado por la contaminación; por el agujero de ozono; por el deshielo del Ártico; por la desertización; por el calentamiento global; por el mar de plásticos… y por otras situaciones potencialmente catastróficas .
La Humanidad, ciertamente, ha sufrido innumerables situaciones catastróficas, que han diezmado su población, pero, tras la tragedia, siempre ha resurgido un mundo nuevo.
Como ocurrió con las pandemias históricas, la que sufre el mundo ahora también será superada, Dios mediante. Pero tanto aquellas devastadoras, como la actual han sido ajenas a la voluntad, al comportamiento, y a la culpabilidad del hombre.
Los trescientos muertos a los que me refiero, de hoy, como los trescientos muertos de ayer, como los trescientos muertos de mañana… no son atribuibles al Cobid-19 que sufre la Humanidad, que no se pueden asumir como ”culpa”… sino a los 300 no nacidos que, cada día, son abortados en España… Unos 100.000 al año.
Ya hay un millón de seres humanos que no han podido abrir los ojos en esta España nuestra…