José Antonio y la poesía como estrella polar
José Antonio Primo de Rivera era mejor orador que poeta; pero el poeta que llevaba dentro imprimió a su Falange un aire lírico y vanguardista que atrajo, pese a ser tan minoritaria, a una sorprendente pléyade de artistas.
Artículo firmado por Jesús Cotta, publicado en la revista digital Centinela (19/11/2021). Leerlo en su sitio web original.
Poesía frente a ideología.
En su pensamiento vibra implícita una distinción entre poesía e ideología: la primera expresa el alma del pueblo y la segunda la manipula. Cuando decía: “a los pueblos no los han movido más que los poetas”, estaba declarando que la única forma legítima y eficaz de conmover al pueblo para elevarlo o empeñarlo en empresas que estén a su altura, es la poesía, porque ella nace del pueblo, bebe de su tradición, le da el agua que lo sacia, apela a sus aspiraciones más íntimas, conoce sus talentos naturales, y, como híbrida de cielo y tierra que es, lo enaltece. La ideología, en cambio, se alza contra todo lo anterior a sí misma y, por tanto, contra los tres pilares del pueblo: la religión, la tradición y su manera propia de dar respuesta al despliegue de la naturaleza humana; lo que la ideología pretende es dividirlo, desnaturalizarlo, transformarlo en otra cosa, porque el pueblo no le gusta y, por ello, no es ni eficaz ni válida para el alto cometido de sacar de él lo mejor de sí mismo.
La Falange de José Antonio era el único movimiento que se definía por “la poesía que promete frente a la poesía que destruye”: esta es la del poeta ideologizado que disfraza de versos sus panfletos, y aquella la del poeta que canta no para que el pueblo deje de ser lo que es, sino para que sea más y mejor lo que es, lo que está llamado a ser cuando desparezcan la miseria y las ideologías que lo desgarran.
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Publicada por La Proa en Miércoles, 1 de diciembre de 2021 |
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