No, no debéis pensar que por lo del “son” ya voy a andarme con músicas. La frase viene a significar que un barco antes de hacerse a la mar debe estar puntillosamente preparado y asegurados todos sus elementos de a bordo para poder afrontar con éxito una travesía de altura, incluso más allá de los rugientes cuarenta. Sólo así, también en nuestro caso, superaremos la obligada revista de las distintas parcelas con el adecuado nihil obstat de la superioridad.

Tengo que manifestar mi extrañeza por algunos bagajes que veo cargan los estibadores y aparecen en las listas de embarque: esterillas en vez de coyes, ganchos para las botas, picos cortos pero faltan los bicheros para las maniobras, sacas para los pertrechos (dicen que de origen celta) que se llevan a la espalda colgados de los dos hombros, ridículas barritas con pinta de ser comida propia de ratones y no para humanos, mapas de montañas y no portulanos, ni acordarse de las guindolas, pero…habremos de confiar en el mando que,…nunca,…se equivoca.

Para no dar gato por liebre vamos a comprobar que todo está presto, y por saberlo, al azar movemos el bombo,…y sale la primera bola: Sanidad. Pues perfecto. Tenemos boticario y si llega el caso dentista y cirujano. José Manuel Cámara López; Destacar sobre sus muchos viajes por todo el mundo, su veteranía en “bajarse al moro” dirigiendo hasta XXIV rutas berberiscas en el Atlas, por ahora; todas con éxito y sin bajas. Es nuestro Ibn Battuta (1). Sale la segunda bola: Tesorería y caudales de aceifas: También perfecto. Tiene mercadería propia y crédito abierto en todos los zocos. Acostumbrado a tratar con autoridad a los más altos personajes. Su forofidad es similar a la que mostraban con el color blanco los omeyas de Damasco y los vikingos. A su cargo, Luis Manuel de Sancha Bech. Estos dos botones sirvan de muestra y aquí me paro, pues así podríamos seguir sucesivamente.

En otro orden de cosas, en los uniformes de todos los expedicionarios penden multitud de recompensas y distinciones de incalculable valor (2), obtenidos en largos años de servicio, que pueden ser verificados en los oportunos pergaminos, títulos y licencias, pero siendo proclives a la humildad y no a la soberbia, es tema que cito pero sin recitar, pues bien está el justo orgullo mas nunca la vanidad, y si quieren al detalle saberlas vayan vuesas mercedes a verlos y les preguntan por ellas.

La justa comisión de la OJE que haya de examinar tal cúmulo de bondades, y que nosotros mismos pedimos que sea exigente y rigurosa, llevará preparado un sello para el estampado: cruz potenzada y león rampante, y sus imágenes junto con el águila, en heráldica guardan curiosamente muchas analogías con el grifo, teniendo todas un enorme poder simbólico (3).

Ahora sí ya llegan algunos musicales sones (4). Los que han sentido el mismo arrebato por subir a su Ararat particular, o para buscar un imposible nos van a entender, pero sólo ellos. Porque el espíritu, la audacia, la capacidad de sacrificio, la voluntad, la camaradería, la ilusión por conquistar lo inútil, nada de eso es mensurable. En un alarde de cordura desvelamos nuestro plan:

Siempre hay un campamento
nuevo que levantar,
sobre el rumor del viento
y las olas del mar.

No caben secretos entre nosotros pues la música es el eco de lo invisible. La música, el deber, la poesía que promete y “cosas” así, son los que nos convocan.

1. Ibn Battuta era natural de Tánger, y en incesantes travesías a pie, en camello o por mar, recorrió el mundo conocido en el siglo XIV desde el Sáhara hasta China y desde Rusia a la India.
2. “A los grandes hombres, se les paga con baratijas; no con oro o plata. Ellos son los que decoran las condecoraciones”, Napoleón Bonaparte.
3. El grifo es un animal fabuloso, mezcla de león en posición rampante y con cabeza, garras y alas de un águila. Tiene su origen en Oriente Próximo y aparece en pinturas y esculturas de los babilonios, asirios y persas simbolizando protección y poder. Además, al igual que la cruz potenzada, representa el dominio sobre los cuatro elementos.
   En cuanto a los símbolos propios de la OJE, a través de Internet y para mi sorpresa, se mantiene un estupendo artículo de la revista Trocha, Veteranos OJE - Cataluña, de 28.01.15 firmado por “F.C.L.” (que los criptógrafos han identificado como el erudito Francisco Caballero Leonarte), en el que se analizan sus orígenes y significados.
4. Esta vez el “son” viene de la canción Un campamento nuevo, compuesta por Julio Navarro o Jesús Andrade, aunque las dudas aquí resulten estériles.