En busca del arca (VII). Adiós mi península hermosa

Esperamos que la próxima noticia que se tenga de nosotros no llegue en un papiro metido dentro de una botella.


La serie En busca del arca, son artículos motivadores preparatorios de la expedición prevista al monte Ararat por veteranos de la OJE encuadrados en su Escuela de Montaña.

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Vista del monte Ararat desde las ruinas del templo de Zvartnos, en Erevan (Armenia)
En busca del arca (VII). Adiós mi península hermosa

Nos marchamos a todo trapo, que el deber nos llama, aunque es evidente que no vamos precisamente a La Habana como dice la canción (1). Al saber que nos dedicaremos a buscar cosas tan sencillas como el Arca de Noé, y no de nuestro expedicionario Noé precisamente sino del primero, hemos recibido encargos de todo tipo como para dejar tiritando las estanterías del Gran Bazar de Estambul (2). Pero es que algunas peticiones guardan relación con la visión más misteriosa de nuestro objetivo, y debido a ello quizás nos cueste un pelín de esfuerzo suplementario su obtención, por lo que las hago públicas con el fin de intentar que alguien nos ayude:

Una Cruz del Sur, un mapa para localizar el Paraíso terrenal (3), la partitura de la música que hace el viento, la esencia del color azul, el crisol original de las “F” al mérito en el servicio, el momento en que sale y se pone el sol, un puzzle de todos los paisajes, una pieza de madera que sirva a la vez para el timón de una barca y el de un arado, las coordenadas de la Atlántida, el sentimiento de ser español..., y muchas así. Son tantas, que le hemos pedido a nuestro amigo Jasón (4), que nos acompañe en el viaje de regreso con su pentecontera Argos para poder transportarlo todo.

Ya os he venido contando en los precedentes legajos, que llevamos gente para cualquier menester, pues los componentes de nuestra tripulación se han preparado a fondo (palabra que no me gusta usar en estos avatares) para conseguir todo, sin renunciar a nada. Ahora os doy cuenta de que para asuntos musicales llevamos a un experto llamado Mauricio Domingo Rodríguez, “Mauri”, que hasta se atreve con la música electrónica de la que deben de saltar chispas; para interpretaciones de textos bíblicos y temas religiosos sobran los conocimientos del camarada José Antonio Carrillo Recio, del que basta decir que le apodan “el Curi”, por algo será, y al que esperamos no tener que recurrir debido a situaciones extremas como sería la de tener que afrontar cualquier Paso de Mahoma (5) de los que te puedes encontrar en la vida. Pero la previsión y capacidad de la expedición tiene su culmen al alistar a Miguel Verdeguer Cuesta, erudito hasta la médula de todos los problemas intrínsecos de la montaña, autor de una obra estupenda que será el manual de todos nosotros (debería también serlo de todos vosotros, y no me llevo comisión), que, con forma de libro, que son hojas de papel y que se coge con las manos, se llama Física y Montaña; además, demostrando tanto sus conocimientos como su capacidad de servicio, imparte cursos sobre topografía, planos, etc. en los campamentos nacionales para los afiliados de la OJE.

Como del salario no hablamos entre caballeros y no van damas, sobre lo que se puede escribir en la extensión de una resma de papel ya está casi todo dicho y no me queda por citar a ningún acompañante, de lo que me alegro, pues entre bastimentos, enseres y personal ya vamos por debajo de la línea de flotación. Tan es así que cualquier sobrecarga resultaría peligrosa y para evitarlo se van a tomar severas medidas para que no se cuele nadie de polizón (6).

Por último, esperamos que la próxima noticia que se tenga de nosotros no llegue en un papiro metido dentro de una botella que termine encallando en una playa llena de turistas de sombrilla, que venga desde una remota isla, desde cualquier montaña o desde cualquier desierto, en el que se comenta que un grupo de extraños aratatienses se afanan por buscar y por buscarse insistiendo en aquello de “…que allí donde estés cree y espera...” (7), y por supuesto sin arriar nunca la bandera. O quizás sea prueba de que estamos en el buen camino, pues como bien se sabe, los sitios verdaderamente importantes no aparecen en los mapas. Gajes de la aventura. Lo único seguro es que lo vamos a intentar.

Valor, suerte y sursum corda.

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Despedida de la expedición en el aeropuerto de Madrid, el viernes día 18 de agosto de 2023.

 


(1) En la famosa habanera del mismo nombre que el subtítulo del legajo.

(2) El Gran Bazar comenzó a construirse en 1464 por orden de Mehmed II. Es el más grande de la ciudad y uno de los mayores de toda Europa, situado en la “ciudad vieja”, en la parte europea de Estambul. Tiene 58 calles y 4000 tiendas.

(3) Sobre su ubicación, y también sobre el Diluvio universal, ya escribió el cartógrafo y cosmógrafo alemán Sebastián Münster en 1559.

(4) El mítico Jasón partió en la época micénica en busca del Vellocino de Oro navegando desde Grecia hasta La Cólquida, un misterioso territorio en los confines del Mar Negro. Consiguió su objetivo ayudado por marineros voluntarios, mínimo unos 50, que son los conocidos argonautas, algunos de ellos tan famosos como Heracles (hijo de Zeus), el músico Orfeo o los hermanos Cástor y Pólux.
Sin hacer comparaciones siempre odiosas, téngase en cuenta que nosotros sólo somos 14, y gente del común; esto sin añadir que nuestros patrocinadores han sido más bien escasos, dicho sea, para que me entiendan los que me tienen que entender.

(5) El Puente o Paso de Mahoma es la obligada antecima del Pico Aneto. Es una arista afilada de 12 metros de longitud con caídas de 700 metros de abismo a cada lado. Al parecer el nombre se lo puso Albert de Franqueville, conquistador de la cumbre el 20 de julio de 1842, al recordar una frase de Mahoma: “Para alcanzar la gloria habremos de caminar por un estrecho puente tan fino como un cabello y tan afilado como una cimitarra, donde sólo los justos lograrán llegar”. No es necesario recordar que lo de Mahoma eran más bien los desiertos, y no las montañas.

(6) En la portilla habrá un cartel bien visible de aviso: “Okupa de camarote, pena de galeote”. No hay apelación, pues se aplicará el latinajo Roma locuta, causa finita y… Amén.

(7) Aparece en la canción Envío que es por primera vez publicada en el Cancionero Juvenil de la OJE. Su letra es de Ángel María Pascual y la música de Mariano Cuesta Polo. Se subtitula Canción del Foro Nacional de la Juventud.

Dos guindas para el pastel del postre:

Para terminar, me llega una paloma mensajera dando noticia de que nuestros dos jefes, Miguel Ángel Garrosa y Miguel Ángel Ruiz, han sido reconocidos, galardonados, distinguidos y nombrados con el honorífico título de Guía Nacional de Montaña de la OJE. Así ocurrió en el pasado Día Nacional de la OJE que venturosamente se celebró el pasado día 13 de agosto en la localidad murciana de Archena. Un fuerte abrazo para ellos que ya formaban parte de la historia grande de nuestra organización. De forma extra es un buen augurio para la expedición pues las águilas suelen volar alto, y no digo más.

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