Lucharon por una patria mejor
Publicado en el núm. 4 de El Arca Nacional, de 5 noviembre de 2021. Editado por Somos la España en Marcha. Ver portada de El Arca Nacional en La Razón de la Proa (LRP). Para recibir actualizaciones de LRP.
No me considero precisamente un nostálgico, pero el 12 de octubre pasado, después de ver y escuchar las notas del himno a los caídos por Dios y por España –aunque el monolito testigo no incluía la palabra Dios–, me vi inmerso en recuerdos inolvidables al evocar las tardes vividas en los campamentos del Frente de Juventudes, cuando al atardecer, una vez acabada las tareas del día, marchábamos en silencio hasta la Cruz que presidia la pequeña ciudad de lona, para rendir tributo y memoria a los españoles, camaradas o no, que luchando por una patria mejor, cayeron en defensa de sus ideales. En el silencio del acto, escuchábamos la oración que terminaba con la frase irrenunciable «…que brille la luz perpetua para ellos y a nosotros la niegue hasta que sepamos recoger la cosecha que siembra tu muerte».
…marchábamos en silencio hasta la cruz que presidia la pequeña ciudad de lona…
En el aire casi poético del anochecer, entre pinares y montañas al fondo, el sonido vibrante de un cornetín, trasmitía su lamento y su gloria por sus gestas, por su ejemplo, y luego, tras las voces enérgicas de regreso al mástil de las tres banderas, una exclamación para la historia: ¡Caídos por Dios España y su revolución nacionalsindicalista¡, ¡Presentes¡ ¡José Antonio Primo de Rivera¡ ¡Presente¡ y las gargantas jóvenes cantaban el Yo tenía un camarada y los gritos de ¡Centuria, rompan filas¡ cerraban una jornada llena de ilusiones y emociones. Justo lo que ahora, a mis años, que son muchos, renuevo de corazón, como si empezara otra vez aquella hermosa aventura de amar y servir a España. No, no soy nostálgico, que vivo en mi tiempo, pero hay secuencias en el devenir de los años que uno aspira siempre, a renovar al menos, en los que esperamos la España una grade y libre que soñaba José Antonio.