¡A por ellos…!

2/10.- Esa parecer ser la orden de Pedro Sánchez a falta de ideas para poder sacar a España del aprieto en el que se encuentra por la pandemia del covid-19...

​Publicado en el Nº 356 de 'Desde la Puerta del Sol', de 2 de octubre de 2020.
Ver portada Desde la Puerta del Sol en La Razón de la Proa.

¡A por ellos…!

Esa parecer ser la orden de Pedro Sánchez a falta de ideas para poder sacar a España del aprieto en el que se encuentra por la pandemia del covid-19, o por carencia de voluntad de ir a La Zarzuela a presentar al Rey su renuncia como jefe del Gobierno dada su incapacidad para hacer algo a derechas, y no me refiero a las derechas de la política, sino a las de-rechas del refrán español, que, como todos, encierra profunda sabiduría.

Entre no saber qué hacer con la pandemia, darle vueltas a los números de los Presupuestos Generales del Estado para presentarlos de forma convincente al Parlamento y llevar a Europa a que le digan si les parece correctos dentro de las pautas marcadas, manipulaciones para traer la república bananera que al parecer hasta le parece bien al señor Borrell, sujetarse al sillón para que no se lo quiten, hacer juegos de manos para intentar engañar a la Comisión Europea con el fin de que les dé el dinero comprometido sin cumplir ninguna de las exigencias que para ello han puesto con meridiana claridad, tratar de escurrirse de los problemas que les van surgiendo a unos u otros por los tribunales de justicia del Reino, besarse con los separatistas unas veces y recibir coces de sus representantes en las espinillas en otras ocasiones, responder a las preguntas que les hace la oposición que despachan con sandeces o trágalas con la intención de confundirles y quedar por encima del machito… 

El resto de los españoles, que somos todos menos unos cuantos, andamos descarriados ya que cada día nos encontramos con nuevas normas para desarrollar nuestra vida ciudadana, nos plantean nuevos comportamientos a seguir, no hay autoridad para centrar a los que no les da la real gana de cumplir ninguna de las normas que se imponen para intentar remediar la pandemia, la contaminación sigue su curso, la economía cada vez se derrumba un poco más, los más afectados ya no saben de dónde sacar para vivir y comer, etc.

Pese a todo lo que vemos y lo que queda escondido en los rincones, Sánchez está empeñado en cargarse a Madrid, lugar donde, al parecer, encuentra el muro para seguir haciendo lo que le plazca en sus ansias de poder, aunque, en estos momentos de tan profunda inquina, el INE certifique que la tasa de mortandad en Madrid, en esta segunda ola, es la menor de toda España. Ellos, Pedro Sánchez y su cuadrilla, manejan los números a discreción. Los ocultan cuando les conviene, los sacar a colación cuando lo consideran oportuno, los engrosan o adelgazan según las circunstancias. Vamos, que no cejan de actuar como trileros de primera división.

Hasta el diario ABC, en un editorial de ayer, opina al respecto:

Con todos los errores que haya podido cometer Madrid, es ingenuo no constatar el interés del Ejecutivo en socavar el principal frente autonómico de oposición a su política. Y ese tactismo político es inaceptable, por un lado y por otro. Los ciudadanos están desconcertados y decepcionados con esta trifulca con la salud de por medio. Llueve sobre mojado. Cuando a Sánchez le convino dio por derrotado al virus y lanzó a los españoles a disfrutar de su «nueva normalidad», reeditando su pecado original: no saber leer los datos de lo que se nos venía encima.

Llega pues el ordeno y mando, esta intervención efectiva en las competencias autonómicas, después de que Sánchez se lavara las manos, delegase toda la respuesta a la pandemia en las comunidades y no se entretuviera ni en coordinar de manera eficiente la res-puesta de cada región.

También La Razón, de forma más discreta, echa su cuarto de espadas:

El Ministerio de Sanidad se olvidó pronto de la cogobernanza contra la pandemia en su cerco a Madrid. La vía de la imposición es ineficaz e inapropiada, al igual que la apuesta por magnificar la realidad del contagio o la utilización política de los datos cribados por la ideología. Así no avanzaremos en el único propósito decente y moral que es la protección de la salud de las personas.

Y El Mundo, tratando solo de dar al ministro Illa un palmetazo en la mano por ser chico malo, comenta:

Mientras las competencias permanezcan en manos autonómicas, todos los planes anunciados por Illa seguirán siendo orientativos. Si el Gobierno no quiere asumir el coste de intervenir Madrid o cualquier otra región, entonces debe trabajar con las consejerías en lugar de imponerles trágalas que no puede aplicar. Estamos pagando el caos de una desescalada sin herramientas legales y sin prevención al tiempo.

Y en medio de todo este tejemaneje tenemos que escuchar la algarabía de los que se muestran inquietos por no saber por dónde salir, cómo meterle mano definitivamente al país para darle la vuelta, de qué forma enfrentar los problemas que les acucian en los tribunales de justicia, cómo justificar su inacción en el tema del virus y de la marcha del país, entre los que levanta su voz Íñigo Errejón, ese chico que todavía no ha hecho nada en su vida aunque sí ha aprendido a vivir a costa del Estado, o sea, de nosotros, y no se corta un pelo en salir por peteneras:

Ayuso es una mezcla perfecta y explosiva de incompetencia y fanatismo.

¿Y qué nos dice de su trayectoria vital? Hace falta cara dura para abrir la boca de esa forma. Es la facha de los politiquillos que nos gobiernan. Su carencia de escrúpulos y pundonor los lleva por esos carriles.

Como en otras ocasiones, la paz, tranquilidad y la alegría ha de venirnos de fuera. En esta ocasión es Puerto Rico el que nos relaja un tantico, pues su Senado, con los votos en contra de los novoprogresistas, ha acordado:

Convertir el español en su primer idioma, por delante del inglés.

Con la alegría que nos producen los hermanos puertorriqueños, nos ponemos en marcha sobre las carreteras españoles y hoy nos acercamos a Villena, en la comunidad valenciana, a visitar su museo del botijo donde disfrutamos contemplando las magníficas piezas que conserva, incrementando nuestra colección con un ejemplar de su botijo publicitario en el que aparece el castillo de la ciudad y los datos del museo. Aprovechamos esta oportunidad para comentar a nuestros lectores que en España existen unos cuantos museos del botijo, dignos de visitar.


 

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