¿Dónde están?
Publicado en el número 282 de 'Desde la Puerta del Sol', 24 de marzo de 2020.
Ver portada Desde la Puerta del Sol en La Razón de la Proa.
¿Dónde están?
Cabe preguntarse dónde están, dónde se meten todos los que nos ensucian las calles con su sola presencia. Han desaparecido.
¿Será porque son muy cumplidores de las normas dictadas por el Gobierno de no salir de casa? ¿Será porque su espíritu de ayuda a los necesitados está siendo aprovechado para un viajecito turístico a tierras extrañas para hacerse un selsif? ¿Será porque les falta el valor para echar una mano donde la estén necesitando? ¿Acaso las gritadoras del feminismo reservan sus energías para cuando esto termine volver a salir a la calle a seguir con su monserga? ¿No consideran éstas que pierden una hermosa posibilidad de ayudar a otras mujeres que están en hospitales, ambulatorios, residencias ayudando a salvar la vida de sus semejantes?
¿Y nuestros políticos de más o menos relumbrón que sueltan tantas peroratas en mi favor cuando no las necesito y ahora no aparecen por parte alguna ni para dar los buenos días por temor a lo que pueda pasar? ¿Y los bien situados en los sindicatos que apenas han aparecido para dejar constancia de que no se puede dejar en la calle a la gente que trabaja? ¿O son de los que se han ido a la playa de vacaciones?
¿Están cuidando de la familia? ¿Acaso preparan en la cueva cuál ha de ser el primer ataque a la nación cuando pase todo este sambenito? ¿Estarán en casa dándole a la máquina de coser para suministrar mascarillas? Tampoco dan señales de vida la familia Bardem, y otros impresentables del gremio, intentando echar una mano a los descamisados por los que organizan tantas barahúndas, aunque solo sea para acompañarlos en la enfermedad y el dolor.
Claro que otros salen a la palestra y sin darse cuenta sueltan lo que llevan dentro o se comportan como unos mezquinos.
Tal el caso de Pedro Sánchez quién, en una de las ruedas de prensa manifestó que había «cambiado nuestra forma de considerar los bienes públicos», incluyendo entre ellos a las Fuerzas Armadas y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de quienes dijo que «ahora percibimos como un escudo insustituible y no como un gasto superfluo», habiendo considerando hasta ahora, según confesión de parte, que quienes custodian sus andanzas y el palacio de La Moncloa eran un gasto superfluo, opinión con la que quizás coincide Pablo Iglesias respecto a quienes permanece día y noche cuidando su casoplón.
El domingo por la noche Pedro nos daba la consigna del día: «unidad de acción» Los españoles teníamos que mantener unidad de acción para vencer al del Covid-19.
Olvidando él, y todos cuantos hablan de los miles de equipos que se están importando, la participación generosa de Inditex y Amancio Ortega que está gestionando con China la llegada de esa mercancía. ¡Qué falta de generosidad!
Nosotros, lo repetimos sin cansarnos, agradecemos a cualquiera que preste ayuda para la erradicación del virus, desde el más importante al que lo haga desde el más elemental servicio. Todos ellos están prestando un impagable servicio a España y a los españoles. Algunos, como el Ejército, la Policía y la Guardia Civil incluso el mantenimiento del orden y la defensa de España de acuerdo con lo que marca la Constitución.
Por ello quizá no sería malo que, aprovechando la oportunidad, ampliaran esa defensa dado que también la Constitución está dañada, si no por el Covid-19, sí por otros virus no menos perjudiciales.
Como no es cosa de vivir atemorizados día tras día en la reclusión en la que nos encontramos, rezamos con esperanza, lo que hacemos acompañados de un botijo decorado a mano con lunares, que siempre invitan a un cante y a la felicidad.