Y empieza a amanecer.
Publicado en la revista Desde la Puerta del Sol, núm 436, de 30 de marzo de 2021. Ver portada Desde la Puerta del Sol en La Razón de la Proa. Recibir actualizaciones de La Razón de la Proa.
Y empieza a amanecer con un sol prometedor.
Es apoteósico la mezquindad con la que se manifiestan nuestros políticos de izquierdas y la mayoría de los minoritarios. El cinismo con el que actúan difícilmente tiene parangón. Van y vienen en sus reflexiones y promesas de un momento a otro. Exponen al respetable que los escucha esto y lo contrario, con una iniquidad pasmosa. Así, oímos a Pedro Sánchez asegurar que «quien quiera estar en un Gobierno progresista liderado por el PSOE deberá renunciar al extremismo» cuando él lo ha metido en su casa. Y para compensar Pablo Iglesias pide al PSOE reeditar el gobierno de coalición sin Ciudadanos para acabar con la «derecha corrupta».
Juegan al bueno y al malo cuando los dos son animales con garras parecidas, intenciones símiles y deseo de trincar a las presas que runrunean por los mismos espacios que ellos. Esta pareja es incalificable, pues se escapan de intentar buscar para España el bien común que necesitan sus gentes. No les preocupa de ninguna forma que pasen hambre los miles de personas que han perdido el trabajo y se hallan a la intemperie, pues están ocupados en conseguir sus metas personales a través del manejo de las instituciones y las ideas.
La cultura que necesita el pueblo para prosperar les tiene sin cuidado. La misión de la ministra de Educación, Isabel Celaá, ha sido la de fabricar una ley que engendre unas generaciones de ignorantes en todos los saberes, y la del ministro de Universidades, Manuel Castells, tenido como el ministro más vago del Gobierno, algo parecido, partiendo de la base de su propia inopia, pues lo ha puesto de manifestado en su deseo de homenajear a Leopoldo Alas, «Clarín» «que fue fusilado por los nacionales siendo rector de la Universidad ovetense», cuando falleció en 1901 por tuberculosis, y no fue rector de la citada universidad, aunque sí catedrático.
La baba que sueltan Pedro&Pablo contra lo que llaman la derecha y la ultraderecha es inconcebible en un país en el que ellos pregonan la democracia y la libertad. Con motivo de las elecciones para la presidencia de la Comunidad de Madrid lo están demostrando una vez más, siendo su principal y fundamental la acusación de escarnio la acusación de corrupción, cuando aquí, lamentablemente, vienen bien las palabras que dijera Jesús de Nazaret en el caso de la mujer adúltera, «quien esté limpio de pecado, que tire la primera piedra». En este país de trepadores y cuatreros lo que sobra son corruptos.
¿Nos puede explicar Pablo Iglesias cómo ha podido acumular su patrimonio actual, partiendo, según sus propias declaraciones, de apenas una blandengue cuenta corriente. Lo que está claro es que su capacidad de gestión es nula, sus facultades para actuar en un gobierno funestas, las ideas que manejan y que ponen en marcha absurdas, obsoletas y desastrosas, y el panorama que prometen al pueblo español pura bazofia.
Mientras, la derecha, y los que se quedan en casa esperando el momento de actuar, son los que siempre terminan salvando al país, limpiando la mugre que deja esa izquierda montaraz más corrupta que la sembrada por Al Capone, teniendo que reorganizando un país enrevesado, sacándolo de las escombreras, poniéndolo a trabajar, creando o salvando las industrias que permiten que la nación prospere, etcétera. Y, afortunadamente, de momento, ahí tenemos en Madrid a Isabel Díaz Ayuso, que a mí no me ha dado nada, pero que con un par de reaños se ha enfrentado a las manipulaciones de Pedro Sánchez y a las perversas intenciones de Pablo Iglesias, y está dirigiendo la Comunidad con osadía y sensatez, lo que hace pensar que sabrá actuar debidamente frente a las iniquidades de estos mastuerzos que nos gobiernan. Sin duda hay que botar su papeleta.
Con la esperanza de que en Madrid empiece a amanecer con un sol que caliente y proporcione alimentos a todos los necesitados, y la alegría esperamos encontrar por el camino, traemos hoy un botijo de alfarería murciana, original en su estructura, y alegre en su presentación. Lo dotaremos de un agradable vino de Jumilla y saldremos a hablar con nuestros compadres de lo mejor que aspiramos para Madrid y España, y el proverbial camino para conseguir entera.