Estoy francamente avergonzado
¿Hay que admitir como promotor de la nación quién se comporta como un randa, se manifiesta como un radiobajero?
Publicado en la revista El mentidero de la Villa de Madrid (19/MAR/2024). Ver portada El Mentidero en La Razón de la Proa (LRP). Solicita recibir el boletín semanal de LRP.
No sé que les sucederá a mis paisanos. No sé qué pensarán los españoles con vergüenza. No se me ocurre imaginar que pensarán los europeos que andan por las Naciones Unidas, los que pirulean por las Unión Europea, e incluso los que viven más o menos tranquilamente en sus casas. No sé qué opinarán los españoles con decencia; si sentirán sonrojo los que han luchado durante toda su vida por España; o rubor los españoles que nos contemplen desde fuera de nuestras fronteras y tengan que responder a lás preguntas de los naturales del país. Y me entristezco cuando me vienen a la mente cuantos dieron su vida por la patria o murieron a mano de los asesinos que disfrutan beneficios especiales en el mundo que los han abierto hoy día. Siento pena por nosotros, por los españoles que no se dan cuenta de por dónde nos dirigen, por los patriotas que lloran cada día el no hacer algo para solucionar esta tragedia, por los que aplauden a esta panda de miserables. ¡Pobre España!
¿Y estos que están desarticulando el país son los que han venido a traernos el progresismo? ¿Es progresismo destrozar las instituciones que costó tanto tiempo y esfuerzos poner en pie? ¿Es avanzar en el perfeccionamiento montar una banda de cuatreros que atenta cada día metiendo las manos en las arcas de la nación? ¿Hay que admitir como promotor de la nación a quién se comporta como un randa, se manifiesta como un radiobajero, retuerce los medios de convivencia para conseguir mantener en el machito a quienes no cejan de insultar y buscar la forma de dañar a quienes están comportándose adecuadamente y consiguen mejoras en el espacio que controlan? ¡Y defiende a los delincuentes que desvalijan el erario de todos nosotros! Realmente quien todo eso saca adelante aprovechando sus atribuciones es un miserable brabucón, valentón al disponer con soberbia de todos los podios que desea, jactancioso y arrogante frente a los que considera superior cuando esto solo está en su magín.
De todo ello han de darse cuenta mis paisanos. No porque yo se lo diga, sino porque deben dedicar unos segundos a valorar lo que ha aportado a España quien tiene en sus manos el Gobierno: leyes destructoras de la sociedad, rompedoras de las bases que suponen lo orígenes y fines de la vida humana, pero benefactoras de sus intereses y de quienes le apoyan en sus manejos; devastador de la enseñanza de la juventud española, llevándola a la ignorancia, a la violación en no pocos casos, y al suicidio; desmantelamiento comercial del gremio de autónomo; abandono de España de empresas importantes; descrédito internacional; regalo de el Sahara a Marruecos, junto con la ayuda de importantes plantaciones que hacen la competencia a la producción española en esos cultivos; desidia o desinterés en contener debidamente el narcotráfico evitando que las fuerzas del orden actúen con la potencia necesaria; dádivas a nacionales sin saber qué utilidad han de tener; mal uso de los fondos europeos; apocada actuación de las fuerzas del orden para controlar los desmanes que tienen lugar por todo el país, en los que participa excesivamente una excesiva inmigración incontrolada;... Todo esto lo tienen al día mis paisanos. Con solo leer la prensa o escuchar la televisión, que al parecer se han soltado un poco el pelo. Lamentablemente nos han llevado a un desastre en el que nunca hubiéramos pensado.
Recemos –cosa que ahora se hace poco, salvo en el caso de los magrebíes– para que salten por los cielos estos diseños progresistas, junto con sus propulsores. Amén.