Las cartas de Pedro

Pedro, sabes mejor que nadie en qué lodazal se ha metido Begoña. Nadie más que tú, con la fidelidad de tus adláteres, sois los que habéis llenado España de fango.


​​Publicado en la revista El Mentidero de la Villa de Madrid (7/JUN/2024). Ver portada El Mentidero en La Razón de la Proa (LRP). Solicita recibir el boletín semanal de LRP.

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Las cartas de Pedro

Es la leche este presidente del Gobierno que tenemos, quien además ejerce de maestro sobre todos los sujetos, virtudes e individuos y, asimismo, como déspota de primera clase! Lo hace poniendo en marcha sus ocurrencias, cambiando las leyes, viajando por el mundo para convencer de sus delirios a gobernantes de variado perfil, lanzando decretos a porrillo, soltando discursos a sus masas y, últimamente, le ha tomado el gusto a hacerlo también mediante cartas en las que aparece como un santo medieval que expone sus verdades y sitúa la peste en las gentes que no siguen sus mensajes, en los lodazales que crean para intentar meterle a él y a sus visires en el fango.

Y si él, Pedro, creyera en la Virgen María, pondría a su Begoña por encima de ella y la situaría en lugar destacado de todos los altares de España –no solo de España, ¡del mundo entero!– por sus virtudes, saberes y bien andar entre las clases sociales que manejan los dineros, las industrias y hasta las universidades. Todo ello al margen las obligaciones de Pedro respecto a los españoles tontos e incultos que no terminan de enterarse de que lo que él hace, lo que él enseña, lo que medita en el sillón de La Moncloa que es sólo en beneficio de ellos, los que sin darse cuenta miran con buenos ojillos a Feijóo y Abascal, –o tanto monta monta tanto Abascal y Feijóo como Pedro corrobora echando mano de la frase hispanas por excelencia–.

¿Es que los asentados en tierras de España no se dan cuenta de que lo que medita mientras pasea por los jardines de La Moncloa, acompañado de su amada Begoña o en solitario, y luego pone en práctica? Son unos necios, no se dan cuenta de que todo lo que no sea parido por su cacumen es basura recogida del fango. Nadie cavila como él, es difícil que otros imaginen tantas cosas buenas para los ignorantes. Pues todos los demás, excepto él y sus validos que hablan repitiendo su eco.

Es tan cínico Pedro que en su carta llega a escribir que «Su objetivo es que yo renuncie, que dimita. Incluso, como supimos ayer, tratar de forzar mi salida de la Presidencia del Gobierno con una moción de censura mediante una alianza “contra natura”. Todo vale». ¿Se olvida cómo consiguió él auparse por primera vez al Gobierno de España? ¿Qué entiende por contra natura? ¿Qué es lo que él ha venido haciendo al negociar con los enemigos de España la compra de votos para seguir en el machito? ¿Eso no es contra natura? Por otro lado, ¿es sordo y por ello no oye lo que dicen más de la mitad de los españoles respecto a que se vaya de una puñetera vez?

Y apunta que «lo que no lograron [Feijóo y Abascal] en las urnas, pretenden alcanzarlo de manera espuria». Hay que ser villano y tener la cara dura como el hormigón para escribir ese parrafito. ¡Si él no ha conseguido ninguno de sus logros sin recurrir a métodos bastardos!

Y como cambia los acertijos, ya que él ve un «horizonte inalterable» en el que «consolidar la pujanza del crecimiento económico y la creación de empleo» en un país en el que las estadísticas dicen que aumenta geométricamente la miseria entre la población, haciendo desaparecer la clase media, se le alegran los ojillos cuando de hablan de que crecen los okupas sin que nadie tome medidas para eliminar esa lacra, la violencia es ya insoportable pues se extiende por todos los lugares, las armas salen a relucir con demasiada frecuencia, el narcotráfico está en todas partes, la inmigración es una lacra...; habla de «regenerar la vida democrática reivindicando el juego limpio por encima del fango que algunos pretenden esparcir, cuando él se ha cargado la democracia, la libertad que trata de impedir en los medios de comunicación, en la opción del pensamiento de las personas, echando sobre la Historia ese fango del que tanto habla y negando el derecho que tiene la oposición a exponer sus puntos de vista, sus programas, sus manifestaciones y lo que quiere, con el mismo derecho que lo hace su partido y satélites.

Pedro, sabes mejor que nadie en qué lodazal se ha metido Begoña. Y conoces los trapicheos de tus colaboradores pues debe ser el precio para de la fidelidad con la que obran, como en el caso de los individuos/as que intentan fraccionar España. ¿Por qué nombras tantos asesores a unos emolumentos tan disparatados como reciben? ¿Por qué tu hermano paga sus impuestos en Portugal de un dinero que recibe en España prácticamente por no hacer nada? ¿Por qué está en trance ese mogollón de ilustres encabezado por un ex ministro que, al parecer, sacaron una buena tajada de las mascarillas y demás material necesario durante la pandemia, de las líneas aéreas que rozaban la quiebra, y un etcétera voluminoso?

Pedro, nadie más que tú, con la fidelidad de tus adláteres, sois los que habéis llenado España de fango, o de la mierda que reparte Yoli de vez en cuando. Y habéis destrozado España, la España que tanto nos costó levantar a nosotros, a los de mi generación y las siguientes.

Pedro, andas equivocado. No se sí estarás un tanto pirado como dicen muchos sicólogos. Creo que eres un ambicioso y un engreído que se considera por encima de los demás cuando solo es figura; chulesca como dicen más de uno. Haz un examen de conciencia si sabes hacerlo. Si no, acércate al Valle de los Caídos, dedica otros cinco días a hacer la vida de los monjes, a repasar un devocionario en los ratos libres y, aunque te cueste trabajo, a rezar por las noches, en los momentos que la comunidad dedica a «las horas», cuando asistas a la Eucaristía en la Basílica y escuches el canto de los escolares y luego te quedes en la soledad del templo, o en la capilla del Monasterio en compañía de tu alma; y atiende la lectura que se haga durante la comida, que siempre es interesante. Y antes de abandonar la abadía, si tienes ánimo, enciérrate un par de hora en la «pustinia» y examina tu pasado a ver qué te dice para el futuro.