O su plan o el caos
8/05.- En su original, se atribuye a Luis XV de Francia quien, al parecer dijo aquello de: Après moi le déluge, o sea, traduciéndolo del gabacho: «Después de mí, el diluvio».
Publicado en el número 304 de 'Desde la Puerta del Sol', 8 de mayo de 2020.
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Como todo lo plagia, en este caso nuestro presidente, para asustar a los españoles, se le ha ocurrido lanzar a los cuatro viento el sintagma «o su plan o el caos». Y no le pasa nada. No se le cae encima la columna de Hércules, ni se abren los cielos, ni se mueren los bichitos del covid-19. Ni siquiera se lo creen y por lo tanto no le hacen caso los españoles. Lo que le tenía que ocurrir, pues al que más y al que menos suena que la frasecita so sale de su cacumen.
En su original, se atribuye a Luis XV de Francia quien, al parecer –nadie pone la mano en el fuego al respecto– dijo aquello de: Après moi le déluge, o sea, traduciéndolo del gabacho: «Después de mí, el diluvio». Ello no le da méritos a Pedro Sánchez, pues con esta aseveración Luis XV daba el espaldarazo a su monarquía absoluta, aquella del L'État, c'est moi del Rey Sol, cosa que no debe caber dentro de la libertad y democracia que patrocina el partido-social-comunista para todos los españoles.
Para más inri, diremos que también se atribuye la frase a Madame Pompa-dour. Frase que, por otra parte, ha utilizado no poca gente, cambiándola un tantico, según los gustos y lo que le apetecía decir. Incluso se atribuye a Thiers y a Lamartine redactada de la siguiente forma: La Republique c’est moi.
Tras esta aclaración, no cabe otra cosa que decir que la soberbia de Pedro Sánchez le sale por todos los poros del cuerpo, agarrándose a ella cuando los españoles ya se van hartando de él y de sus compinches. Ya no le deben creer ni los más arriscados socialistas –de los comunistas no hablamos ya que van a lo suyo, no coincidente en nada con los deseos de Pedro–.
No es que Pedro quiera salvar la vida a más españoles con el cuarto estado de alarma declarado, es que, como el Rey Sol, ansía controlar todo el Estado para terminar diciendo «El Estado soy yo», que es su pretensión desde que empezó con las trampas para conseguir la Secretaría de su partido.
No creo que le vaya a resultar posible a pesar de conseguir la aprobación en el Parlamento la prórroga del estado de alarma gracias a Inés Arrimada –ella sabrá por qué le prestó los votos de su partido–, pues en el ambiente reinaba que ya estaba bien de aprovechar esta fórmula de estado de alarma para manipular los poderes del Estado en sus diversos niveles.
Pues, como le han indicado no pocos letrados impuestos en derecho constitucional, para el caso que nos ocupa de luchar con el covid-19 hay otras posibles actuaciones más en concordancia con lo que se pretende.
Por otro lado, lo que realmente pide la sensatez es apear a Pedro Sánchez y a sus amigos del Gobierno con el fin de nombrar otro ejecutivo con mayor criterio y conocimiento de lo que está ocurriendo. Y como dijo la portavoz Lastra, dado que «nada es gratis en política», habrá que ir preparando las reclamaciones que será preciso hacer a los componentes de este ejecutivo respecto a los errores y manipulaciones sucedidos durante esta pandemia,...
Como por qué hasta última hora ha faltado material protector para quienes se enfrentaban con el virus, por qué todavía se están adquiriendo test en el extranjero a precios mucho más caros que en España, por qué se dota a ministerios que no tienen nada que hacer de directores generales y subdirectores a porrillo, etc. Ahí tiene tela el PP y algunos de los bufetes que mejor saben llevar estos asuntos.
Como ya podemos salir algunos ratitos a ejercitar el cuerpo, hemos iniciado los paseos por el kilómetro que nos está autorizado, y aunque manteniendo las distancias de rigor, ofrecemos a nuestros conocidos un poco de agua para calmar la sed.
Hoy lo hacemos con un botijo de Cerámicas Amaya, decorado utilizando unos colores nada habituales, ya que normalmente se usan otros más vigorosos. Pero sin duda es gracioso.