Hablar de las chekas probablemente sea la forma de utilizar el término más ominoso para reflejar el barbarismo empleado en la Guerra Civil española sobre una población que no había cometido ningún desmán, agrediendo terriblemente a una gente que se podía considerar como la más pacífica de la sociedad dado sus antecedentes y adscripciones. Pero, precisamente esos antecedentes y adscripciones fueron los que impulsaron a los asesinos a atentar de forma inmisericorde contra tales personas.

Las chekas fueron el invento de unos individuos perversos a los que parecía poco el simple asesinato mediante el disparo de fusil o de cualquier otra arma, sino que, previamente, en gran número de los casos, les placía someter a tormento, mediante una tortura diabólica, a aquellas personas que los asesinos consideraron que se merecían ese destino.

La checa que funcionó en la zona «republicana» al parecer fue un invento español, aunque la denominación fue importada de Rusia, pues ese era el nombre que tenía la policía bolchevique o brazo armado del nuevo gobierno instaurado en Rusia tras la caída de los zares.

No nos solazamos trayendo a estas páginas las barbaridades cometidas en las chekas , cunetas o paredones, todo lo contrario, pues nos duele profundamente. Pero como los legisladores de las Ley de Memoria Histórica no tienen en cuenta estos hechos, sino solo otros acaecidos en la doliente España, no es malo recordarlo para conocimiento general, incluidos los que no han leído nada de la Historia de España, entre otras razones, porque no se lo enseñan en las escuelas.