La pandemia y Pedro Sánchez

En no pocas ocasiones de las que tiene que subirse al Falcon, ¡zas!, le ataca el covid y ha de quedarse en casita sin llevar a cabo la excursión.


​​Publicado en la revista El mentidero de la Villa de Madrid núm. 797 (12/SEP/2023), continuadora de Desde la Puerta del Sol. Ver portada El Mentidero en La Razón de la Proa (LRP) Recibir el boletín de LRP.

La pandemia y Pedro Sánchez

Este compadre, además de ser un maléfico, es un gafe de mucho pistón. En no pocas ocasiones de las que tiene que subirse al Falcon, ¡zas!, le ataca el covid y ha de quedarse en casita sin llevar a cabo la excursión. Es verdad que él tiene la costumbre de probar todas las variantes del covid. Dado su permanente progreso a través de los chanchullos que realiza en las leyes del país, en la configuración de los organismos del Estado, el manipuleo que lleva a cabo para sacar adelante aquello que mejor le viene para su permanencia en La Moncloa y dirigiendo la gobernanza de la nación, él, Pedro Sánchez, va probando los covid a medida que aparecen con el fin de ir siempre en cabeza de los avances del G30, dejando en la cuneta a la oposición.

Lo que confirma con los abrazos de Yolanda Díaz, los trampantojos de Teresa Rivera, las actuaciones discretas y en silencio de Pilar Llop, los regocijos pedestres de María Jesús Montero, la lengua viperina de Pilar Alegría quien no habla si no es para despreciar a la oposición, la no menos activa de Isabel Rodríguez que hasta calla a Marlaska cuando el muchacho quiere aclarar alguna duda, et al, donde cabe incluir a Miguel Iceta, quien es tan simplón como Garzón, y a Félix Bolaños que ostenta la mayor capacidad para soltar las más amplias parábolas del conjunto ministerial, acompañadas de todo tipo de consideraciones sarcásticas, mordaces y venenosas con ánimo de perjudicar a la oposición que tiene la voluntad de limpiar España de porquería y poner cada cosa en su sitio para que funcione debidamente.

Todo ello es un amasijo de mentirosos, traidores, perjuros, intrigantes, malajes, con la especial participación de quienes ansían ocupar trono independiente en un caserío personal donde manejar el cotarro con ínfulas de soberano de gallinero sin tener que dar cuentas a nadie. Y queriendo salir de ese embrollo encontramos personajes que otrora ocuparon las mismas poltronas lloriqueando ahora mentalmente con el clásico «¡no es esto, no es esto!». Entre ellos, tenemos alterados a Felipe González y Alfonso Guerra por los desmanes que está haciendo el secretario general de su partido. Uno se pregunta: si hace años yo me di cuenta de por dónde iba, ¿cómo ellos no lo han advertido con lo listos que son y la experiencia que tienen al respecto? Porque hasta hace poco le han acompañado a mítines, se han hecho juntos la clásica fotografía e incluso en ocasiones han participado soltando alguna perorata.

Otrosí tenemos a Nicolás Redondo Terreros, socialista desde que andaba a gatas, que durante toda su vida ha navegado en cargos de representación en el PSOE, y que, estos días, ante una pregunta de Carlos Herrara en la COPE, ha manifestado que se dará de baja del PSOE si Sánchez acepta el chantaje de Puigdemont. ¡Pero hombre, cuando en el Parlamento defendiste como un león la política de Pedro Sánchez todavía no te habías dado cuenta de cómo era y qué perseguía! Y en este sentido, a viva voz o por lo bajini, se manifiestan no pocos camaradas socialistas que han compartido merendolas, viajes y presidencia de comunidades.

La verdad es que, da la sensación, los afiliados al PSOE en general no se dan cuenta por donde andan, ni aprecian cuál es la personalidad de su secretario general, ni advierten adónde éste quiere ir en sus elucubraciones progresistas y, como consecuencia, llevándoles por malos rastrojos por culpa de su ciega lealtad. Quizá sea por fidelidad al partido creado hace más de cien años por Pablo Iglesias –el original–, quizá por los emolumentos que reciben, acaso porque disfrutan de una posición muy apreciable, sin olvida que muchos, en caso contrario, no tendrían dónde caerse muertos. Sabe Dios, y quizá ellos en sus adentros.


P.F.: Llega la noticia de que también Oriol Junqueras, presidente de ERC como sabemos, ha dado positivo en coronavirus en el día de la Diada. ¿Acaso el Todopoderoso está marcando a todos los indeseables?




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